Hace más de 15 años que María del Mar Rodríguez, más conocida como Lamari, empezó su andadura artística como vocalista y rostro visible de Chambao. Su apuesta de flamenco chill conectó desde el primer momento con el público y se consolidó con su álbum Endorfinas en la mente en el 2003, que llegó a publicarse en 20 países. Ahora el grupo está de gira con su último disco, Nuevo ciclo, una evolución hacia sonidos más acústicos manteniendo su estilo de fusión. «Haremos una selección de toda nuestra trayectoria y cargados de buenas vibraciones», afirma Lamari, que propone una vuelta al origen.

--Chambao se acerca a la mayoría de edad, ¿le convenía un cambio?

--Es una transición natural. Tanto nosotros como nuestra música hemos ido evolucionando y esto se refleja en nuestras canciones. Me apetecía mucho llamar Nuevo ciclo a nuestro último trabajo, porque este nuevo ciclo viene cargado de honestidad y de libertad.

--Este álbum suena más natural.

--Hemos querido desnudar la música de sonidos electrónicos y acercarnos a la naturaleza para conservar nuestro estilo de fusión. En lugar de incluir fragmentos bajados de bibliotecas virtuales, hemos apostado por buscarlos a nuestro alrededor. Es un salto hacia la autenticidad.

--Recientemente, ha viajado sola por América Latina.

--Yo siempre recomiendo la experiencia de viajar sola porque te agudiza el instinto animal. Es una forma de salir de la rutina, centrarse en otras historias y poderse conocerse mejor a una misma en distintas circunstancias. Además, cuando viajo intento empaparme de la música de los lugares en los que estoy, por lo que es doblemente enriquecedor.

--Parece que la canción ‘Papeles mojados’ está más vigente que nunca: ‘miles de sombras cada noche trae la marea / navegan cargaos de ilusiones que en la orilla se quedan’.

--Desgraciadamente es un tema de actualidad. Creo que es necesario que bajemos revoluciones y nos pongamos en la piel del otro. Hoy en día estamos saturados de informaciones y es necesario que paremos para escuchar. No creo que los artistas tengan que hacer canciones solidarias por hacerlas.

--Hace unos años combatió contra el cáncer y lo ha contado en su libro, ‘Enamorada de la vida’, aunque a veces duela. ¿Escribir es terapéutico?

--Hablar sobre las cosas que me suceden es terapéutico para mí, como escribirlas y cantarlas. Cuando anuncié que iba a empezar la gira de Pokito a poko con un pañuelo en la cabeza porque había perdido el cabello por la quimio, la editorial contactó conmigo y decidí escribir mi vivencia con mi hermana Aurora.

--¿Cree que su rápida vuelta a los escenarios influyó en la recuperación?

--Definitivamente, sí. Tener una actitud positiva en la vida siempre ayuda. Volver a los escenarios para mí fue volver a la normalidad, a entrar en contacto con el arte y hacer lo que verdaderamente me gusta.

--En ocasiones ha dicho que la creación de Chambao fue algo espontáneo, pero echando la vista atrás ¿se imagina desvinculada de la música?

--La música siempre ha formado parte de mi vida. Aunque cambiáramos de nombre o no nos apeteciera seguir, yo continuaría haciendo discos y conciertos. Es una decisión que ha ido llegando poco a poco y de manera natural. No me imagino haciendo otra cosa.