Después del estreno hace unas semanas de Planet terror , dirigida por Robert Rodríguez, hoy aterriza en los cines extremeños Death proof , la segunda entrega de la mutilada Grindhouse que corre a cargo de Quentin Tarantino.

Y es que ambas películas eran, en la mente de sus directores, y así se estrenaron en Estados Unidos, una sola. Tarantino y Rodríguez concibieron Grindhouse como una sesión doble terror de serie B gore, un proyecto formado por dos películas independientes de algo más de una hora de duración.

La segunda de ellas, Death proof llega ahora cargada de sangrientos crímenes para completar la obra de los dos cineastas.

La historia que aporta el director de Kill Bill está protagonizada por Kurt Russell, un duro de profesión. "Quentin me dijo que le gustaría que añadiera este papel a mi galería de personajes duros. A lo que yo le respondí que estaría encantado", afirma el actor.

Russell da vida a Stuntman Mike un antiguo especialista de cine convertido ahora en sanguinario asesino en serie que viaja en su coche por todo el país buscando jovencitas a las que aniquilar.