Matt Beynon Rees (Gales, 1967) conoce muy bien el terreno que pisa: durante más de 10 años cubrió para Time la información sobre Oriente Próximo y efectuó frecuentes viajes a Gaza. Pero no ha escrito un macrorreportaje sobre una zona de lacerante actualidad sino una novela, porque está convencido de que "es una mejor manera de mostrar la vida real que el periodismo". Ya al comienzo de Una tumba en Gaza (Ediciones B) advierte de "que los nombres estén cambiados pero que todos los crímenes están basados en hechos reales".

Y es que la dura realidad en Gaza va más allá de la ficción. Asesinatos, secuestros, torturas, corrupción y contrabando menudean en una región en la que la lucha por el poder cristaliza en comportamientos gansteriles. Como en su anterior novela, (El maestro de Belén , también publicado en Ediciones B), Rees se vale de la figura de Omar Yusef, un profesor de historia palestino y colaborador de la ONU metido a detective.

A Yusef, un cincuentón exalcohólico, calvo y rechoncho, le cabe el honor de ser el primer detective palestino de la novela negra. No es, en modo alguno, un superhéroe expeditivo y carismático, sino un profesor movido por un profundo sentido ético de la vida.

"Espero que los lectores de Una tumba en Gaza conozcan la realidad de esta zona y su gente, tal como yo la he visto, en lugar de la región mortífera repleta de gente violenta a la que nos tienen acostumbrados los telediarios", afirma Beynon en declaraciones a EL PERIODICO. La novela permite un acercamiento global a la tragedia del pueblo palestino y ofrece las claves del auge islamista --"los únicos que continúan luchando contra los israelís"-- frente a una clase dirigente corrupta e insensible.

LUCHAS INTESTINAS El logra su objetivo y el lector percibe las luchas intestinas por el poder --azuzadas por Israel y la CIA-- como una amenaza incluso más tangible que los tanques israelís. Una pugna a muerte que tiene su paradigma en dos sátrapas megalómanos y faltos de escrúpulos: el coronel Al-Fara, jefe de la inteligencia militar palestina, y el general Husseini, capitoste de la Seguridad Preventiva, la temible policía secreta. Ambos --y el corrupto rector de la universidad-- medraron al amparo de El Viejo, apelativo con el que se refieren al desaparecido líder palestino Yasir Arafat.

En un principio, sorprende que apenas se cite a Hamás, protagonista destacado en la zona. No se trata de un olvido: Beynon se centra en la corrupción de la Autoridad Palestina y en el contrabando de armas y obvia ex profeso la lucha fratricida entre los islamistas y Al Fatá. "Fue escrito poco antes de que Hamas ganara las elecciones en Gaza y un año antes de que expulsara a Al Fatá de la región", dice.