A principios de los años 50, Fernando Louren§o inició un exilio voluntario en Portugal en desacuerdo con la vida académica. A partir de 1954, dio clases en universidades europeas. En una de ellas, Niza, estuvo hasta 1988. Atento a la realidad portuguesa, participó, sin embargo, en la vida política del país a través de su escritura y el apoyo a determinados políticos.