A punto de cumplirse nueve años de la trágica muerte de la princesa Diana, la paranoia conspirativa no desfallece. Mientras el magnate egipcio Mohamed Al Fayed sostiene que Lady Di estaba embarazada de su hijo, Dodi Al Fayed, un testigo de la autopsia niega tal circunstancia: "No vi ninguna prueba del embarazo. Mi conclusión debe ser que no estaba embarazada", afirma Robert Thompson, responsable del depósito de cadáveres donde se realizó la autopsia, en un documental que emitirá mañana la cadena Sky One.

Al Fayed mantiene que el accidente de coche que acabó con la vida de Diana el 31 de agosto de 1997 en París se debió a una conspiración de la familia real británica porque la princesa estaba embarazada, y que su cadáver fue embalsamado para eliminar las pruebas.