Una gran escultura realizada en acero inoxidable por Blanca Muñoz da la bienvenida desde ayer a quienes se acerquen al palacio de congresos de Badajoz para ver la exposición 70 Años. Guerra Civil Española, 1936 , que ha organizado la Consejería de Cultura con el comisariado del historiador Enrique Moradiellos, lo que según el consejero Francisco Muñoz, "es una garantía de seriedad y de profundidad", dijo al inaugurarla.

La exposición reúne imágenes en fotografía y cine, piezas de la época, carteles y textos que "ofrecen una panorámica suscita, pero sustantiva, de lo que fue la Guerra Civil española", según Moradiellos. Lo hace sobre siete aspectos: Política de masas en democracia, Violencia y sufrimiento popular, Guerra y revolución en la retaguardia republicana, Reacción y militarización en la zona insurgente, El reñidero de toda Europa, De una guerra breve a otra larga y Vencedores y vencidos.

Para el comisario, la muestra "está enclavada en un espacio emblemático de la historia extremeña y española. Simboliza que 70 años después se puede mirar el pasado, por muy traumático que sea, con serenidad, ecuanimidad y rigor histórico".

Destacó el consejero el trabajo de Moradiellos "por su equidad", y el que "para él no haya dos Españas, sino tres. Entre dos posturas tan radicales había quienes querían construir un espacio de convivencia".

PIEZAS ORIGINALES Moradiellos, por su parte, señaló lo complicado que ha resultado reunir todas las piezas. Destacó las piezas originales del Museo Militar de Montjuich, una urna electoral de los años 30, una bandera del 31 y carteles. De la parte cinematográfica mencionó las noticias de Journal Pathé y los documentales de propaganda de ambos bandos.

Sobre la revisión de la historia, afirmó que "la historia se revisa cada día en función de nuevas perspectivas y nueva documentación. Reactualizar discursos de guerra no es revisar la historia, es volver a las andadas".

Por otro lado, Francisco Muñoz señaló el carácter simbólico de la escultura de Blanca Muñoz, que "dialoga con el palacio, pues hay un acuerdo entre el arquitecto y la escultora". Dijo que "tiene la importancia de dar un carácter trascendente a este espacio, que fue de dolor y que a través del palacio de congresos y de la escultura adquiere la simbología de superación de la historia, al tiempo que reconoce lo que aquí pasó".

Blanca Muñoz explicó que quería hacer "un camino más luminoso, relacionado con los cuerpos celestes y era el sitio adecuado para medir la luz del sol en los momentos de las matanzas, entre el 14 y el 17 de agosto, a las doce del mediodía. A partir de esa inclinación de ese eje, de 64 grados, se empezó a conformar la escultura En esos momentos del año las sombras crean un volumen para dar una visión trascendental ya que no podemos acabar con las guerras".