Jesús Pascual Gómez nació en Santa María la Real de Nieva (Segovia) en 1967, estudió Filología Inglesa en Valladolid, le encanta pasar tiempo con la familia y amigos, su trabajo, viajar, hacer deporte, estudiar portugués y leer. Trabaja en la EOI y además de profesor es jefe del departamento de inglés desde el año 97.
--¿Cuál es su rincón favorito de Extremadura y por qué?
--Es complicado pero me quedo con la plaza Alta de Badajoz, felizmente casi recuperada, por lo que puede volver a convertirse en el ágora que los mayores recuerdan fue antaño.
-- ¿Qué plato o producto extremeño prefiere?
--El jamón ibérico. Exquisito y especial. Por el sabor, textura y por el ritual en su elección y degustación, el arte de cortarlo-y el ambiente que se crea cuando varias personas se reúnen para dar cumplida cuenta de un buen jamón. Y un vino de la tierra.
--¿Qué no debería perderse alguien que visite Extremadura?
El Jerte en plena floración de almendros y cerezos; La Vera, especialmente La Garganta de Cuartos, y la zona de Tentudía.
--¿Existe algún lugar en la región que le haya marcado?
--Indudablemente, Badajoz donde vivo hace 16 años. Aquí he formado mi familia. Ser profesor de inglés en la escuela de idiomas es un auténtico privilegio por el alumnado, los compañeros y el ambiente de trabajo. El clima y la cercanía a Portugal son unos atractivos excepcionales. Siempre agradeceré al ministerio que me enviara aquí. Vine llorando y, sí algún día me voy, lo haré llorando, seguro.
--¿Qué actividades hace para disfrutar del entorno y la naturaleza en su tiempo libre?
--Voy al campo. La dehesa extremeña es un lugar idóneo para actividades al aire libre. La paz, la belleza y el aire limpio que se respiran en ella son difíciles de encontrar en otros lugares.
--¿A qué invitaría a un amigo?
--Al Carnaval de Badajoz y al teatro romano de Mérida.
--¿Cuáles son a su juicio los atractivos de Extremadura?
--Esa idea preconcebida como árida, desértica, seca y atrasada es absurda y solo puede proceder de la ignorancia. Es hermosa, virgen, auténtica y desconocida que, afortunadamente, no ha sufrido los efectos negativos del progreso y el turismo en masa. Con gente abierta y hospitalaria, sorprenderá a los que la visiten por sus contrastes y lo mucho que tiene que ofrecer.