El escritor extremeño Joaquín Arbide ha realizado una biografía "personal y humana" del Premio Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez, hombre "controvertido, con muchos altibajos anímicos", en la que cuenta una historia casi desconocida de una escultora que se suicidó al no ser correspondida por el poeta.

Joaquín Arbide (Bienvenida-Badajoz, 1941) retoma en Juan Ramón Jiménez. El andaluz universal (RD Editores), obra que ha presentado en Sevilla, el suicidio por amor de Marga Gil, una escultora de 20 años que no fue correspondida por el poeta y cuya trágica decisión, dijo el autor, "gravitó siempre en el ánimo de Juan Ramón Jiménez".

Marga Gil, amiga del matrimonio, conoció a Juan Ramón cuando éste le encargó esculpir el busto de su esposa, Zenobia, y declaró su amor al escritor, aunque éste no le correspondió.

La joven escultora decidió destrozar todas sus esculturas y terminar de un tiro con su vida, momento a partir del cual Juan Ramón plasmó su sentimiento de culpa en poemas y escritos dedicados a Marga.

Arbide trata con esta biografía de "popularizar la figura de Juan Ramón Jiménez ya que no se conoce lo suficiente".

Definió a Juan Ramón como un hombre controvertido, depresivo, de difícil carácter y obsesionado con la muerte, lo que le llevaba, en ocasiones, a encerrarse en sí mismo. Sus crisis psíquicas le hicieron permanecer en dos ocasiones en sanatorios de Francia y Madrid, y justo en una de esas depresiones escribió su principal obra, Platero y yo .

El autor, quien acumula documentación sobre el Premio Nobel desde hace quince años, apuntó que Juan Ramón Jiménez disfrutó de la juventud en Sevilla, donde su padre le envió para estudiar Derecho, aunque el joven escritor tomó el camino de la pintura y la literatura. Fueron otros factores los que afectaron su ánimo, entre ellos la Guerra Civil y su exilio en América, su lucha para casarse con su mujer frente a la oposición de su suegra y la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1956, mientras Zenobia agonizaba.