José Antonio Ramírez Lozano (Nogales, Badajoz, 1950), que publica Iscariote (Algaida), aseguró ayer que "la purgación y el roce con el sacrilegio generan el placer de la religión", verdad que, según apuntó, pretende transmitir con la obra.

La novela se desarrolla en Monsalud, un pueblo sagrado que se volvió maldito desde que un pintor acometiera el encargo de un viacrucis para la iglesia. El escritor se inspiró en un tío suyo que donó un viacrucis al pueblo y en el pintor que lo pintó en una de las iglesias de Nogales. A raíz de ahí, agregó, imaginó que el autor de esos cuadros podría haber tomado como modelos a personas del pueblo, a los cuales "se les quedó el estigma de ese personaje bíblico para el que habían servido de modelo".