La FACUA-Consumidores en Acción ha denunciado hoy que el precio medio de la entrada de cine ha subido este año hasta los 5,75 euros, el 6,3 por ciento más que en 2007, casi el doble del incremento de la inflación, cuya última tasa interanual es del 3,4 por ciento.

El portavoz de la federación, Rubén Sánchez, ha denunciado en conferencia de prensa que esta subida es "desproporcionada" y afecta en mayor medida a las entradas en días festivos y fines de semana -los de mayor afluencia de público- cuyo precio medio se sitúa en 6,1 euros, el 6,1 por ciento más que en 2007.

El estudio de la FACUA-Consumidores en Acción sobre los precios de 128 salas de cines de 33 ciudades españolas detecta diferencias de hasta un 160 por ciento, pues oscilan entre los 3 euros de los cines "Los Ángeles", de Santander, y "Cinestudio D'Or", de Valencia, las salas más baratas de España, y los 7,8 euros que cuesta el cine "Diagonal", de Barcelona.

Barcelona es la ciudad con el cine más caro de las 33 encuestadas, con un precio medio de 7,14 euros, que sube hasta los 7,38 euros en fines de semana y festivos, frente a las salas de Cádiz, donde el cine cuesta 4,35 euros de media, con un precio de 5,35 euros en días no laborables.

A Barcelona le siguen como ciudades con los mayores precios medios de cine Madrid, con 6,98 euros, y Santa Cruz de Tenerife y Oviedo, ambas con 6,70 euros.

Las más baratas, además de Cádiz, son Jaén, con un precio medio de 4,50 euros, y Córdoba, con 4,53 euros. El estudio ha detectado diferencias de precio en las salas de cine de una misma ciudad de hasta el 123 por ciento, lo que ocurre de Valencia, donde la entrada un día normal puede costar desde 3 hasta 6,70 euros.

En Almería, Jaén y Bilbao no se han detectado variaciones en el precio medio de los cines, mientras que las menores oscilaciones se han registrado en A Coruña, con sólo el 1,5 por ciento; Salamanca, con el 1,7 por ciento y Zaragoza, con el 1,8 por ciento.

El portavoz de la federación también ha denunciado la ilegalidad que cometen muchos cines que prohíben entrar en sus salas con bebidas o alimentos adquiridos en el exterior, ya que, en su opinión, no puede negarse si se acepta que entren con estos mismos productos si se compran en la propia sala.

Sánchez ha achacado esta ilegalidad a que muchas salas ingresan más dinero por la venta de estas golosinas, comidas y bebidas que por las propias entradas para la película, ya que imponen a estos productos precios hasta cinco veces más caros que en otros establecimientos.

La FACUA-Consumidores en Acción recomienda a los usuarios a los que se les prohíba entrar con estos productos comprados fuera del cine que lo denuncien en la correspondiente hojas de reclamaciones, "pues esta imposición es una cláusula abusiva establecida en el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios".