Nunca fue un cantautor político, pero las canciones de Joan Baptista Humet, fallecido anoche a consecuencia de un cáncer de estómago, pusieron música a los años de la transición, con éxitos como "Que no soy yo", "Terciopelo" y, sobre todo, su famosa "Clara". Humet, cantautor con estilo propio, fue una voz emblemática en la música de los setenta y los ochenta, y sus composiciones lo desvincularon de la canción de autor clásica, aunque siempre se sintió seducido por la "cançó catalana".

A tan sólo quince días de que cantautores como Joan Manuel Serrat, Lluís Llach, María del Mar Bonet, Víctor Manuel o Ana Belén, entre otros, le rindieran un homenaje en Cataluña, el cantautor Joan Baptista Humet falleció anoche, a los 58 años de edad, al no superar la enfermedad que padecía.

Joan Bapitsta Humet nació el 4 de enero de 1950 en Navarrés, un pueblo agrícola de Valencia, en el seno de una familia numerosa de diez hermanos, y pasó parte de su infancia y juventud en Tarrasa (Barcelona), donde su padre era industrial de tejidos. Su fascinación por la música empezó de niño. Su abuelo, el tío Batisté, había formado la banda musical de su pueblo natal y fue él quien le enseñó los primeros acordes de guitarra.

Tras sus estudios primarios, en las Escuelas Pías de su localidad, se matriculó en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, carrera que abandonó por la música, en la que debutó en 1968 junto a Joan Manuel Serrat en un teatro de Tarrasa. Seducido por la llamada "cançó catalana", conoció también a Lluís Llach, para quien hizo de telonero durante dos años actuando en festivales de toda España.

En 1970 fichó por la discográfica Columbia, que le dio a conocer, y más adelante trabajó con la compañía Movieplay, la multinacional RCA y Validance, con sello propio. A sus primeros singles -"Busco una flor/Tonades", "Gemma (dedicado a su hermana)/El llaurador" y "Kristine/No m'importará, pas gens", editados entre 1970 y 1972- le siguió su primer elepé: "Fulls" (1973), el mismo año que pasó el servicio militar en Palma de Mallorca, donde conoció a su primera mujer, Loli.

Después llegaron siete álbumes más: "Diálogos" (1977); "Aires de cemento" (1978); "Fins que el silenci ve" (1979); "Hay que vivir" (1980), el primero grabado fuera de España, en Londres; "Amor de aficionado" (1982); "Sólo soy un ser humano" (1984); y, veinte años después, "Sólo bajé a comprar tabaco" (2004), además de los recopilatorios con su nombre de 2001 y 2002.

Durante sus dos décadas de silencio creó una compañía especializada en formación para empresas y, a pesar de que no siempre tuvo claro que habría regresos esporádicos a la música, montó la discográfica Validance. Este sello editó el último trabajo de Humet, "Sólo bajé a comprar tabaco" (2004), presentado en compañía de Joaquín Sabina, quien le ha calificado como el Paul Simon español que ha estado retirado todo este tiempo por su "exceso de cortesía" y no "poner zancadillas, ni dar codazos" para hacerse hueco. Su mejor disco es para el propio cantautor, por su espiritualidad, "Fins que el silenci ve/Hasta que llega el silencio" (1979).

Entre los temas de Joan Baptista Humet que más han sonado destacan "Que no soy yo", "Terciopelo", "Hay que vivir", "El extranjero", "Sólo soy un ser humano" y, especialmente, "Clara". A pesar de su enfermedad, el artista había participado hasta el último momento activamente en la organización del concierto benéfico del día 16 en el Teatro Nacional de Cataluña, organizado por sus compañeros y liderado por Marina Rossell, para recaudar fondos para su familia después de que el propio Humet hiciera público que tenía un cáncer de estómago en fase muy avanzada.