Fue niña prodigio, cuando las niñas prodigio significaban algo en España, y reina de las rancheras. Y sobre todo, un personaje muy popular durante más de cuatro décadas. La actriz y cantante Rocío Durcal, falleció ayer en su casa de Torrelodones a los 61 años, víctima de un cáncer que se le detectó en el 2001, aunque su enfermedad no trascendió a la prensa hasta el 2004.

María de los Angeles de las Heras Ortiz --ese era su verdadero nombre-- nació en Madrid en 1944 en una familia humilde y después de haber frecuentado varios concursos radiofónicos especializado en el descubrimiento de nuevos talentos, saltó a la televisión, al programa Primer aplauso, antecedente franquista y en blanco y negro de OT . Por entonces, corrían los 60, el cine estaba a la busca de una alternativa a la taquillera Marisol. En 1961, con 12 añitos, debutó en Canción de juventud a las órdenes de Luis Lucía y pronto, se apuntó al modelo de adolescente pizpireta que habían consolidado Marisol y Pili y Mili, pero con un punto de modernidad pop.

Las películas que rodó entonces, sencillas comedias rosas con Palito Ortega o Vicente Parra como partenaires, tenían argumentos intercambiables, y títulos bobalicones pero arrasaban en taquilla: Tengo 17 años --que ella hizo con 15--, Más bonita que ninguna , Acompáñame , Buenos días, condesita , Amor en el aire .

Faltos de ideas, los productores le ofrecieron dos remakes que ponían al día antiguos éxitos como Cristina Guzmán, una comedia de los años 40, o la versión yeyé de La hermana San Sulpicio, La novicia rebelde . En todas ellas, demostraba que el poderío de su voz estaba más allá de las cancioncillas ligeras y sin pretensiones que interpretaba.

Con los años 70 vino la voluntad de hacerse mayor y abordar obras de más enjundia. De ahí su papel en Marianela (1972), de Angelino Fons, que no la ayudó a que su carrera como actriz llegase a cuajar. Luego con en plena Transición, en el 77, como tantas otras actrices del momento, tuvo también su aportación al destape protagonizando una tórrida secuencia lésbica en Me siento extraña junto a Bárbara Rey con la que puso fin a su carrera cinematográfica. Durcal también frecuentó el teatro con obras como Contacto peculiar , a las órdenes de Marsillach, con quien también trabajó en la comedia musical Un domingo en Nueva York .

Rocío Durcal se reinventó a sí misma como cantante. Se casó en 1970 con Antonio Morales, Junior, ex-Brincos, ex-Juan y Junior, que retirado de la interpretación musical, acabó siendo su representante. El pasado enero Rocío y Junior, uno de los matrimonios más estables del mundillo musical, celebraron su 36 aniversario de boda. El repertorio de la artista cruzaba las fronteras y los géneros: pasodobles, baladas, música romántica, rock and roll y todo tipo de melodías hispanas: desde el vallenato hasta la cumbia y la rumba, pero sobre todo las rancheras.

SIN PUBLICIDAD La noticia del fallecimiento de la cantante ha producido un gran pesar entre la profesión. Sara Montiel recordó ayer -- en declaraciones a Efe-- que Durcal "ha muerto sin molestar a nadie, sin darse ninguna publicidad y siempre con su familia". María Dolores Pradera se mostró muy afectada. "Pobrecitas mis dos Rocíos", dijo, sin poder contener los sollozos y en referencia a la enfermedad que también padece Rocío Jurado. Mientras que Amparo Rivelles recordó que era considerada "un ídolo en México" y explicó cómo ella pudo comprobarlo.

"Estamos en mala racha", afirmó Marujita Díaz, que compartió amistad y risas con Rocío. "Fuimos muy buenas compañeras. Era una mujer que siempre se dio a querer. Su carrera fue redonda y su vida familiar también, porque ha tenido tres hijos preciosos", dijo refiriéndose a Antonio, Carmen Morales --que siguió sus pasos como actriz-- y Sheila, que no hace mucho ha iniciado una carrera musical.