La Junta de Extremadura ha descartado la organización de los Premios Ceres 2017 por la falta de patrocinio y así se lo ha comunicado a la dirección del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Tras la edición de 2015, en las que fueron galardonados los actores Pedro Casablanc y Aitana Sánchez-Gijón, entre otros, el presidente regional, Guillermo Fernández Vara, anunció que debido a su alto coste, 500.000 euros, pasarían a tener carácter bienal, con lo que este año tocaba organizarlos de nuevo.

El Ejecutivo regional ha buscado patrocinadores para el desarrollo de esta iniciativa desde mediados de 2015, pero ante la imposibilidad de cubrir la inversión necesaria para su celebración, y de acuerdo con el compromiso de Fernández Vara de no destinar fondos públicos a la organización de estos galardones, se ha decidido prescindir de esta propuesta, explicó ayer la Junta en un comunicado.

La portavoz del Ayuntamiento de Mérida, Carmen Yáñez, ha lamentado que no se puedan celebrar, ya que los patrocinios conseguidos no son suficientes para sufragar el cien por cien de los premios. Y ha explicado que la diferencia entre lo que se necesita y lo obtenido es «considerable», aclarando que el dinero conseguido se dedicará a otros eventos.

La portavoz municipal ha insistido en que el Ayuntamiento y la Junta prefieren dedicar al dinero público a otras prioridades. Y ha recordado que la contratación de un presentador para la gala de entrega de los galardones puede suponer 50.000 euros.

No obstante, el Ejecutivo extremeño, en coordinación con la dirección del Festival de Mérida, ha destacado que continúa trabajando para reforzar la difusión del certamen dentro y fuera de la región, con medidas como la próxima presentación en Lisboa.

Por su parte, la coordinadora de Cultura del PP, Gema Cortés, ha señalado que la supresión de estos premios supone la confirmación de la «incompetencia» de Fernández Vara, «para mantener su palabra y cumplir sus compromisos». «En 2015, en la última gala de estos premios, Fernández Vara dijo que nos veríamos el año que viene», y ha señalado que el tiempo ha revelado que esas palabras del líder del Ejecutivo regional «no eran sino un paripé» ante la «presión social» y ante la «presencia de todos los actores que le pedían que no suprimiera este evento».