El príncipe de Asturias puso fin ayer a su estancia oficial de dos días en Cataluña con la inauguración del mayor centro de diseño de moda de Europa, el hangar de la multinacional Mango, en un polígono industrial de Palau-solit i Plegamans (Barcelona). De allí salen cada año unas 4.000 prendas, que luego se venden en los cinco continentes.

En los 14.000 metros cuadrados de la nave trabajan 600 personas, entre diseñadores, modistos, patronistas, estilistas y fotógrafos, que adaptan las tendencias de las pasarelas de París, Londres, Milán y Nueva York.

El presidente de la compañía, Isak Andic, agradeció al heredero de la Corona "su incondicional apoyo a la industria española", y le hizo de cicerone en su visita al templo de la moda (foto). Felipe fue de compras ayer a Mango, o lo que es lo mismo, curioseó entre los estantes y perchas que había en el prototipo de tienda de la marca que hay en las instalaciones del hangar.

Durante el recorrido, el Príncipe conoció también el proceso de diseño de zapatos y bolsos, así como el de las prendas de vestir. Así, Felipe ya sabe que este verano se llevarán las faldas globo y los colores rotundos como el fucsia y el verde.