Tres de los nueve novísimos antologados por Josep Maria Castellet en 1970 se reunieron ayer para celebrar el regreso a la poesía de uno de ellos, Félix de Azúa. Flanqueado por Pere Gimferrer y Ana María Moix, Azúa presentó Ultima sangre (Poesía 1968-2007) , publicado por Bruguera, en el que recoge toda su obra poética publicada entre 1968 y 1983 (hasta hoy inencontrable) y los textos, aún inéditos, elaborados desde que hace cinco años volvió a jugar con la poesía. La dejó a principios de los 80 "porque fue un momento muy esperanzador pero no fue un tiempo para la poesía, porque la vida se hizo muy dinámica y más interesante que cualquier cosa". Regresó a ella tras un paréntesis de 20 años porque la actualidad solo es interesante "en el sentido de que toda la decadencia lo es".

PAIS CAINITA "El país ha perdido empuje, dinámica, interés e ilusión y la universidad está destruida: con estos mimbres no se construyen los países", sostuvo ayer Azúa, que se ve, como Yeats o Valéry, dedicando sus mejores esfuerzos a la poesía en la última fase de su vida, después de reeditar su obra anterior como carta de presentación. Refunfuñando hasta los 80 años si es necesario. "Me gusta la literatura refunfuñante, la literatura que da guerra", reconoció.

El último ciclo poético de Ultima sangre tiene como protagonistas a Caín y Abel. "No son nadie en concreto, no son más que Caín y Abel, un hermano que mata al otro: aunque, por otra parte, no me extraña --añadió-- que lo haya escrito en los últimos cinco años".

Pere Gimferrer, que ha prologado el volumen, destacó que Azúa sigue mantenido el tono casi hermético de toda su obra, con unos poemas que "exigen mucho del lector". Cosa que no le parece mal a Félix de Azúa: "Los poemas no surgen de experiencias biográficas sino de un juego lingüístico, pero un juego muy serio".

El volumen editado por Bruguera recupera Cepo para nutria (1968), El velo en el rostro de Agamenón (1970), Edgar en Stéphane (1971), Lengua de cal (1972), Pasar y ocho canciones (1977), Farra (1983) y recoge tres poemas inéditos de 1987 y el poemario Ultima sangre (2007).