LUGAR DE NACIMIENTO MERIDA 1937

ACTIVIDAD FUE DIRECTOR DE ´CUADERNOS HISPANOAMERICANOS´. FLAMENCOLOGO

LIBROS ´LAS PIEDRAS´, ´BLANCO SPIRITUALS´, ´MEMORIA DEL FLAMENCO´, ´TE CON PASTAS´, ´GENEALOGIA DEL FRIO´

Félix Grande lleva dos años en el "dique seco". Escribe, compara lo escrito con una página de La balada del abuelo Palancas , no encuentra el mismo tono y la rompe. Este libro, que el pasado viernes obtuvo el Premio Extremadura a la Creación a la mejor obra literaria extremeña, es una memoria que el escritor nacido durante la guerra civil en Mérida dedica a su familia, especialmente a ese abuelo que dejó honda huella en él.

--Su libro de memorias familiares es singular por su estructura, por su tono poético, por su escritura novelística.

--Es una novela en la que todos los personajes son reales, incluido Juan Sebastian Bach. Pero además de las personas que aparecen con sus nombres y apellidos hay otros personajes que son el tiempo que va de la guerra de Cuba a la guerra civil y, sobre todo, la posguerra, que depara otros tres personajes del libro: el horror de la guerra, el miedo, que se queda a vivir con uno, y el hambre de la posguerra, que se olvida cuando uno lleva comiendo bien durante años. Pero es la absoluta falta de resentimiento y rencor lo que predomina en él.

--Sorprende la libertad en la escritura con que está escrito.

--Yo soy el narrador y a través de la memoria van apareciendo personajes de la historia humana de nuestro país. Es un libro que se lee sin dificultades, por lo que me han dicho sus lectores, que aluden a la estructura con que está concebido; pero creo que debo revelar el secreto de que no hice ninguna anotación sobre esta estructura, que la memoria saltaba hacia adelante y hacia atrás según como ella quería, como mandaba.

--Ha escrito un libro sobre los humildes.

--Una crónica familiar de tres generaciones de derrotados en la guerra civil. En un sentido puede reflejar simbólicamente a media España.

--Y sus propias memorias, ¿va a escribirlas?

--Si fuera sincero sería vanidoso; pero, tras terminar este libro, afrontar unas memorias a partir del momento en que lo cierro, el 4 de febrero de 1950, no ha sido posible porque no he podido recuperar la tonalidad de La balada del abuelo Palancas . Llevo dos años en dique seco porque cada vez que me pongo a escribir y saco una página la comparo con otra de ese libro y veo cómo no coincide el tono de voz. Entonces la rompo y me digo: "ya vendrán tiempos mejores". Lo cierto es que este es el mejor libro que he escrito nunca y eso, saberlo, para un escritor, tiene algo de neurótico porque puede conducirle a la depresión.

--Usted ha sido testigo de la vida cultural española desde la revista Cuadernos Hispanoamericanos.

--Sí, por eso lo primero que querría escribir sería una especie de acto de gracias sobre mi vinculación con Hispanoamérica. Desde mis relaciones con escritores como Ernesto Sábato, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Octavio Paz, Héctor Rojas Erazo, hasta mi cercanía con los pueblos americanos. He viajado en veinte o treinta ocasiones allí y siempre me he sentido en mi casa, por esa idea de que la patria del escritor es el idioma, y porque los niveles de pobreza que hay les ha dado unos niveles de fraternidad que no se encuentran en las castas pudientes.

--¿Qué vinculación mantiene con Extremadura, que usted abandonó con dos años para marcharse a Tomelloso, la tierra de su familia?

--Con esto tengo un desgarramiento. Los dos primeros años de mi vida son esenciales y los pasé en Mérida. Pero es que mi madre siguió utilizando los diminutivos extremeños. De manera que he tenido de Extremadura la riqueza emocional de haber empezado a respirar allí y los recuerdos de mi madre en Mérida, felices y aterradores. También debo gratitud al cariño con que me tratan las autoridades políticas y culturales. Así que me siento tan extremeño como manchego. "Uno es lo que es su infancia. Allí está la llave", dijo Paco de Lucía.

--El flamenco, su otra devoción.

--Es otra forma de vincularme a Extremadura, porque allí hay una manera de cantar a la extremeña, una manera brava, además de tener sus cantes propios, y todo ello forma parte también de mi patrimonio musical.