Frialdad, risas y algunos silbidos acompañaron en Cannes los créditos finales del primer pase de El código Da Vinci . La película de Ron Howard no evade los temas más controvertidos del libro, como la corrupción del Opus Dei y la tesis de que Jesús tuvo una hija con María Magdalena, aunque pierde suspense e intensidad dramática en los mismos parajes en los que la novela de Dan Brown plantea sus tesis más inverosímiles.

Howard aseguró que no ha tenido miedo ante la dificultad de trasladar a la pantalla un libro de 600 páginas que ha provocado tantas protestas por parte de la Iglesia Católica. "No hace falta defender al espectador, lo que importa es que piense", señaló el cineasta, que parte de la premisa de que la misma vida está llena de enigmas y misterios.

"Lo positivo es activar la curiosidad y las ganas de explorar. Está bien estimular el debate", consideró el realizador, que insistió en que es una película de entretenimiento con claros fines comerciales. Los datos le avalan. El filme llega mañana a España con 750 copias, una cifra que, de entrada, ya bate récords. "Soy consciente de que puede molestar, pero es una ficción. No plantea fundamentos teológicos".

EL MISMO GUION Hanks, como si recitara las palabras del mismo guión, también destacó que la película es puro entretenimiento. El actor, no obstante, está convencido de que la discusión desatada es positiva. "Corresponde a los espectadores llegar a sus propias conclusiones", afirmó el actor, que da vida al semiólogo Robert Langdon. Sin duda, una de sus interpretaciones menos convincentes por el muro que levanta en torno a su compañera de reparto, la actriz francesa Audrey Tautou. El romanticismo brilla por su ausencia. Justo al contrario que en el libro original.

El código Da vinci supone el tercer encuentro de Hanks con Howard, que ya le dirigió en 1, 2, 3... splash y Apolo 13 . Tras leer la novela de Brown, Hanks no lo dudó y le dijo al director que se olvidara de Russell Crowe, que él quería protagonizar la película.

"Es una ficción emocionante, pero no cambiará la concepción que cada persona tenga de sus creencias religiosas", agregó el protagonista, que causó risas en muchas de sus intervenciones. A la pregunta de qué piensa sobre si Jesús estaba casado con María Magdalena, volvió a evadirse: "No sé, yo no estaba allí".

Paul Bettany, el más convincente en su composición del asesino albino Silas, recalcó que, cuando compró el libro de Dan Brown, lo hizo en los estantes de ficción de la librería. "No en los de teología".