A sus 87 años, el historiador estadounidense Gabriel Jackson acaba de publicar la biografía del socialista Juan Negrín, jefe de Gobierno de la república (Juan Negrín , Editorial Crítica). Le ha dedicado sus últimos años de trabajo, a pesar de que vista y oído le fallan. En su pequeño y austero piso barcelonés tiene abierto The New York Times por las páginas que hablan de los primeros pasos de Barack Obama.

--Felicidades por las elecciones, profesor. ¿Qué espera de Obama?

--Sentido de justicia y voluntad de invertir en infraestructuras. La filosofía de los republicanos ha sido siempre que el Gobierno es el problema. Ahora es necesario revisarla. Lo que han hecho los ejecutivos en Wall Street es criminal. Pero yo soy socialista de toda la vida y no me sorprende.

--Obama no lo es...

--Evidentemente. Pero confío en él. La economía está paralizada por los crímenes que han destruido la confianza. Creo que Obama cumplirá sus promesas. Yo quería al principio que ganase Hillary Clinton, a ver si con ocho años de Clinton y ocho más de Obama se podía reparar la mitad del daño que ha hecho Bush, el peor presidente en la historia de EEUU.

--Enrique Moradiellos (profesor de la Universidad de Extremadura) ya reivindicó a Negrín en su biografía el 2006. ¿Qué aporta de nuevo la suya?

--Hago más énfasis en el papel moral de Negrín como estadista. El, mejor que ningún otro gobernante de Francia o Inglaterra, sabía que Hitler era mucho más peligroso que Stalin. Me gusta mucho Moradiellos y es muy preciso en materia diplomática y económica, pero es más cauteloso a la hora de juzgar a las personas.

--Ambos sostienen que se ha sido injusto con Negrín en España.

--Como todos los historiadores que no son de la COPE. La memoria de Negrín ha sido maltratada. Por los franquistas y por los socialistas.

--El PSOE se ha reconciliado con el recuerdo de Negrín.

--Los archivos de Negrín son accesibles desde el 2002, y desde entonces Miralles, Aróstegui, Moradiellos y yo hemos hablado mucho de él a nuestros amigos socialistas.

--La política de resistencia a ultranza de Negrín, ¿buscaba aguantar hasta que estallase la guerra en Europa o hasta que hubiese un acuerdo de paz?

--Las dos posibilidades. Lo mejor hubiese sido un pacto de defensa entre la URSS y las democracias occidentales, que hubiese acabado con la política de no intervención. Negrín creía que los recursos de la república hubiesen permitido resistir un año más. Lo que nadie podía prever era el acuerdo germano-soviético de agosto de 1939.

--En su libro sostiene que Negrín no era un títere de Moscú.

--Lo mismo pensaban los rusos. Las comunicaciones del Komintern expresan siempre dudas sobre qué hará Negrín. Nunca hablan de él como si lo tuviesen controlado. Su gabinete estaba compuesto de socialistas y republicanos. Alababa a los comunistas por su disciplina y agradecía a los soviéticos el armamento.

--¿Cuál fue su papel en la desaparición y asesinato de Andreu Nin?

--Apoyar a sus ministros en sus esfuerzos por saber qué había sucedido y, cuando estuvieron convencidos de que los rusos o sus agentes lo habían capturado o asesinado, callar. Dependendían de las armas de la URSS.

--En sus pagos por el armamento ruso, o al trasladar el oro a Moscú, ¿fue corrupto, o ingenuo?

--El oro no estaba seguro en España y no podía depositarlo en países donde los banqueros estaban a favor de Franco. No tenía alternativas. Pero una vez en Moscú, Stalin tenía el control del suministro y el precio.

--A Negrín también se le reprochaba que fuese malgastador y mujeriego. ¿Fue honesto o corrupto en la gestión de los fondos en al exilio?

--Los utilizó para llevar a 20.000 personas a México. ¿Cómo se gastaron exactamente el dinero Prieto y Negrín? No lo sabemos. Es imposible que en esas condiciones se llevase una contabilidad detallada. Pero no creo en ningún momento que Negrín fuese corrupto.

--El exilio dio un espectáculo de división no muy ejemplar.

--Es una historia muy triste. Pero Negrín siempre intentó la reconciliación.