Los organizadores de la ceremonia parecían obsesionados con el reloj. Los agradecimientos fueron en algunos casos cortados por la orquesta, y el premio principal se entregó a toda prisa. Otro lastre fue intentar convertir la gala en un show de audiencia. De ahí la aparición de actores como Miley Cyrus o Zac Efron. Steve Martin y Alec Baldwin cumplieron como divertidos presentadores.