El Gobierno prefiere que las películas españolas sean dobladas a idiomas como el inglés o el francés, con el fin "de que se distribuyan mejor en el mercado europeo, que a las lenguas cooficiales", como el catalán. Así lo dijo ayer la ministra de Cultura, Carmen Calvo, que destacó el elevado coste de los doblajes. Sus palabras suponen un enfrentamiento a ERC que, según sus dirigentes, negocian con el Ejecutivo este asunto para que sea financiado por las televisiones.

En el transcurso del Fórum Europa, organizado por Nueva Economía y Europa Press, Calvo denunció, además, un desvío del gasto presupuestario de un 256 por ciento en "alguna de las áreas" de las obras de ampliación del Museo del Prado como herencia del gobierno del Partido Popular. Recordó que su Ministerio está elaborando un proyecto modificado de las obras de ampliación de este Museo, que han aumentado su presupuesto en un 84 por ciento, rondando ya 113 millones de euros.

El Ejecutivo, dijo Calvo sobre el doblaje, "prefiere tener más recursos para hacer más y mejor cine español y doblarlo con el fin de colocarlo en más mercados fuera de nuestras fronteras, que hacer doblajes a las lenguas cooficiales".

La ministra dio a entender que esta cuestión se abordará dentro de la ley audiovisual, que estará lista a finales de este año, pero subrayó que los fondos para el doblaje no saldrían del 5% que las televisiones tienen que dedicar a la producción de cine español. El problema, añadió, "es que esto resulta muy caro".

"Para el Gobierno", insistió Calvo, "es mucho más importante tener los recursos activos en producir cine y en doblarlo a los grandes mercados donde pueden colocarse, que hacer doblajes internos".