La escritora Belén Gopegui (Madrid, 1963) retrata en Deseo de ser punk el inconformismo de la adolescencia a partir de la voz de Martina, una joven de dieciséis años, y con la música rock, que adquiere un rol protagonista en la historia.

En la presentación del libro, Gopegui dijo ayer que cree que hay "una relación entre a quién me dirijo y lo que yo escribo", y añade: "No creo que se caracterice por un rasgo de edad, sino algo que se atribuye a la edad, que va más allá del inconformismo, una especie de rechazo a ciertos valores que suele asumir el humanismo".

La autora ha señalado que Deseo de ser punk (Anagrama), su séptima obra narrativa, se coló en el proceso de escritura de otra novela que estaba haciendo en tercera persona: "Se trata de una novela un poco complicada, pues la tercera es una persona fría, y cuando empecé como a desahogar las partes que no eran en tercera, se cruzó en mi la escritura de esta novela".

Sobre la voz escogida, la escritora madrileña piensa que "la adolescencia es el momento de la vida en que mejor se leen novelas, la adolescencia entendida como un período largo, pues lees novelas cuando todavía no sabes cómo está hecho el mundo y quieres descubrirlo".

Una de las novelas que tenía más en la cabeza cuando comenzó a escribir Deseo de ser punk era el Lazarillo , aunque también tenía presente El guardián entre el centeno de Salinger, "por el tratamiento de la vida interior".

BUSCANDO UNA SALIDA En la novela, el personaje protagonista evoluciona hacia el punk: "Martina está buscando una salida y creo que lo que no quiere hacer es complacerse en que no la hay, en que no hay un futuro, y en eso conecta con una parte del movimiento punk, que decía que ´con este presente no tenemos futuro, pero por eso hagamos otro".

Para esta novela, confesó la autora, tuvo que pedir ayuda al rock y, escribir "lo ya dicho en las canciones". Canciones de músicos como los Beatles, Johnny Cash, Iggy Pop, David Bowie, Guns´n´Roses o AC/DC.