Qué gran actor fue Charlton Heston. Repasa uno su filmografía y ahí está, en algunas de las mejores películas que se hayan hecho en Hollywood, aunque varias de ellas fueran contra Hollywood. Defendió a Orson Welles para que este rodara ´Sed de mal´, avaló a Sam Peckinpah en la masacrada ´Major Dundee´ (lo que queda de ella es, sin embargo, la obra maestra de su director) y compartió escenario (inmenso y lejano como en todo gran western) con Gregory Peck en ´Horizontes de grandeza´. Y para los que despectivamente siguieron mirándole como un cuerpo de mármol, ´Will Penny´ (un personaje solitario y avejentado) parece una contestación irrebatible. Bastan estos títulos y otros pocos (pongamos ´Cuando ruge la marabunta´, ´El Cid´, ´55 días en Pekín´, ´El tormento y el éxtasis´, ´El planeta de los simios´ o ´Los hawaianos´) para darse cuenta de que pocos actores, en esos 20 años que constituyen su aportación fundamental al cine (de 1950 a 1970) han dado tal variedad de tipos: atormentados, frágiles, honestos, duros, humildes... Sí, un gran actor.