Una gran comedia de equívocos

Con esta versión de Noche de reyes el Festival de Teatro Clásico recupera el excelente tono de anteriores ediciones. Gran acierto ha sido incluir esta difícil y compleja obra en el programa. A pesar de su duración --acabó la representación cerca de los dos de la mañana-- los espectadores pudieron disfrutar de auténtico teatro, al que el autor ha sabido trufar con las justas dosis de humor. Porque Noche de reyes es ante todo una gran comedia de enredo de Shakespeare en la que dos hermanos gemelos protagonizan una auténtica odisea antes de encontrarse, en la que los amores no correspondidos y los sirvientes vengativos son los protagonistas.

Excelente trabajo de dicción el del grupo de teatro madrileño. Con un texto tan complejo, la excelente traducción revierte en una buena comprensión de la obra. Aunque hubo un par de "pisadas" de diálogos, en general el resultado es muy bueno. Gran nivel en general de todos los chicos de la compañía, que demuestran su dominio de diferentes artes de la escena. Correcto vestuario y muy inteligente adaptación con un escenario fácil, realizado a base de telas, un tronco y un baúl. Además, el uso de la máscara y de las marionetas revela la completa formación de esta compañía.

Manuela Paso en su papel de condesa, Pilar Gómez como su docella, Antonio Castro como Malvolio y Angel García como Andrés de Carafrío destacaron en el reparto.