La realidad supera a la ficción. No hay guión que alcance el horror de lo que sucedió en Estados Unidos ese 11 de septiembre del 2001. ¿Cuánto tiempo podía aguardar el cine norteamericano sin recrearse en la tragedia? No han transcurrido ni cinco años y ya hay dos películas participando fuera de concurso en Cannes.

Tras la proyección hace unos días de las primeras imágenes editadas de World Trade Center , de Oliver Stone, ayer llegó United 93 . La película de Paul Greengrass se ha estrenado con gran éxito de taquilla en EEUU, donde ha generado un debate sobre la oportunidad de revivir los atentados sin la distancia emotiva necesaria que concede el paso del tiempo.

El director de Domingo sangriento y El mito de Bourne recordó ayer que los diarios, las radios y las teles llevan cinco años sin parar de hablar sobre el 11-S. "Si la prensa lo hace, ¿por qué no el cine", cuestionó Greengrass, arropado por familiares de las víctimas a las que dedica su filme: los pasajeros que perecieron en el vuelo, intervenido por terroristas, que impactó en Pensilvania, 20 minutos antes de poder alcanzar el que era su objetivo: el Capitolio.

Cuatro familias han confiado plenamente en este proyecto. El cineasta asegura que encontró ira y tristeza en ellas. "Y una tremenda dignidad". Sobre su motivación para emprender este rodaje, dijo que era entender la verdad. "No tengo ni la más mínima sombra de duda de que esta película es tan realista como fiel a lo que sucedió en ese avión. No hubo ninguna conspiración del Gobierno para cargarse ese avión", agregó.

United 93 parte de la versión difundida por el Pentágono, que asegura que el pasaje se rebeló contra los secuestradores, descartando que un misil o un avión militar hiciera estallar ese vuelvo en el aire, tal como aseguraron algunas personas. El guión reproduce "con fidelidad" 30 minutos de tensas conversaciones almacenadas en la caja negra y las llamadas telefónicas que, de escondidas, pudieron realizar los pasajeros y la tripulación.

DULZON Gérard Depardieu emocionó ayer como protagonista de un filme excesivamente dulzón sobre un cantante en el ocaso de su carrera que se enamora de una atractiva mujer a la que le dobla la edad (Cécile de France). Con ello Quand j´etais chanteur , de Xavier Giannoli, es el filme mejor situado para llevarse el premio al mejor actor.