¿Cómo se llega hasta Rock in Río-Madrid, cuántas horas permanecerá abierto el recinto, habrá un lugar para dejar a los niños, se puede llevar comida o bebida? Todas las dudas para moverse con éxito dentro de la "ciudad del rock" quedan resueltas en esta guía que explora los cinco días del festival. A un festival tan grande como el que se va a celebrar desde mañana en la localidad madrileña de Arganda del Rey los dos próximos fines de semana, donde está previsto que se congreguen cerca de 350.000 personas, hay que ir preparado.

Además de las precauciones básicas relacionadas con el calor habitual del verano madrileño (gafas de sol, gorra, ropa ligera y crema de protección), el público de Rock in Río se enfrentará a problemas de transporte, horarios, colas y desorientación, que pueden ser mínimos si se conocen algunas indicaciones. Por ejemplo, para recorrer los 30 kilómetros que separan la "ciudad del rock" del centro de Madrid, la organización ha puesto varios autobuses lanzadera gratuitos que salen cada pocos minutos entre las 15:30 y las 24:00, desde algunos puntos clave como el Estadio Santiago Bernabéu, o las paradas del metro de Arganda del Rey, la Poveda y Rivas.

La vuelta a casa será igual de sencilla. Hasta las siete de la mañana, estos mismos autobuses realizarán el recorrido de vuelta. La organización ha recomendado no acercarse al recinto en coche ya que, a pesar de los 300 miembros de la Guardia Civil y la Policía que velarán por el buen funcionamiento del tráfico, se prevén retenciones. Aunque Rock in Río -A3 (Valencia) salida 33A y 35A- cuente con un parking para sus asistentes, éste será de pago, y para acceder a él habrá que abonar 18 euros al día y reservar la plaza por anticipado. Sin embargo, en el Hospital Sureste de Madrid -autovía A3 salida 25- también existen aparcamientos para el festival y un autobús que hará continuamente la ruta de ida y vuelta.

Los 18 euros que cuesta el aparcamiento se suman al precio de las entradas diarias. Éste oscilará entre los 49 euros del sábado 28 (El Canto del Loco, Tokio Hotel, Carlinhos Brown...) hasta los 65 ó 69 que habrá que pagar en las demás jornadas. Por esa suma de dinero "la ciudad del rock" ofrecerá a sus visitantes, entre las 17:00 y las 6:00, 28 tiendas, cuatro grandes áreas de alimentación, un pequeño hospital, varios puestos médicos, espacios para minusválidos, transporte interior gratuito, centenares de aseos, una guardería, la ayuda de más de 500 voluntarios y un sinfín de entretenimientos.

Este pequeño parque de atracciones, con el que pretenden superar las 90.000 personas que asistieron en un único día al Rock in Río de Lisboa, albergará una noria de 32 metros de altura, una pista de nieve de 50 metros de largo, tres tirolinas que sobrevolarán al público del escenario principal y un lugar de moda por el que desfilarán figuras como Martina Klein y Verónica Blume. Muy de acuerdo con la idea de organización que propone Rock in Río, la "ciudad del rock" contará con unas estrictas medidas de seguridad. Dentro del recinto estarán prohibidos objetos peligrosos como aerosoles, pirotecnia y cualquier tipo de arma.

Además, no se venderá más alcohol que cerveza y los miembros del personal impedirán la entrada con latas, cajas, botellas y comida. Los equipos de grabación profesionales tampoco estarán permitidos más allá de la entrada. Ante los 33 grados centígrados que la Agencia Estatal de Meteorología ha previsto para estos dos primeros días, la organización y el sentido común recomiendan realizar comidas ligeras y beber mucha agua. Es la mejor manera de aguantar doce horas de fiesta.