Carmen Palop (Llerena, 1964), Licenciada en Bellas Artes, mantiene en equilibrio perfecto y en continua evolución el amor por la pintura, y el amor por el flamenco. Con su exposición Duende y Silencio reclama con identidad propia a la mujer en este arte. Mujeres de antes y de ahora que con su forma de entender y expresar el flamenco, marcan su compás en la historia apuntalando señas, obra y camino al que poder adherirse las mujeres venideras. Todas flamencas, con historia, con duende y ahora, como obras de arte para que desde el lienzo sigan reivindicando su aportación única, en femenino, a una de las expresiones culturales más ricas y complejas.

-¿Qué es ‘Duende y silencio’?

-Duende y Silencio es una serie de obras, donde el tema principal es la mujer con el flamenco como marco. En ella, desarrollo dos líneas temáticas: mujeres cantaoras actuales, con rostros en primer plano que expresan un solo gesto: el quejío flamenco representado como un gesto universal de dolor. Un gesto de dolor provocado por una fuerza que podría considerarse cercana a lo telúrico. Imágenes que he captado en el momento mágico del quejio cuando el cante logra esa intensidad que los aficionados al cante reconocemos. Son imágenes que he captado en vivo durante algunos recitales en nuestra Peña Flamenca Cultural Ciudad de Llerena que para mí, es un templo flamenco.

La otra línea, y de desde una visión más poética, la protagonizan mujeres del pasado (y a la vez universales) que desempeñaron un papel fundamental en el flamenco como artistas más o menos reconocidas, pero sobre todo, como pieza fundamental en la transmisión de este arte a través de generaciones. Para esto, ha sido fundamental la documentación que he ido encontrando en diferentes fuentes y archivos flamencos. Ha sido una labor de investigación casi arqueológica pero sumamente emocionante.

-¿Cree que existe un ‘flamenco en femenino’?

-No creo que se deba hablar de géneros en flamenco ni en ningún otro arte, aunque pienso que las mujeres tenemos mucho que decir y que reivindicar. En concreto en el flamenco, como arte de transmisión oral, el papel de la mujer ha sido fundamental y no suficientemente valorado, y eso es parte de lo que he querido expresar con estas obras. Esta exposición es fruto de la convergencia de dos grandes pasiones: la pintura y el flamenco. El hecho de trabajar en esta temática me ha hecho profundizar en el papel que desempeñan en este arte tanto mujeres actuales como del pasado. Por ejemplo, la obra Reliquia supone para mí la esencia del quejío-grito en femenino con todas sus ataduras, y Antonia la Gamba es el retrato de una inmensa bailaora (en palabras de Fernando de Triana) que además fue mujer del legendario cantaor Manuel torres. Indudablemente es una referencia inevitable.

-¿Qué aprendió tras ese estudio de la mujer y el flamenco?

A nivel estético ha supuesto el encuentro con un universo cercano con el que siento gran afinidad. A nivel técnico ha tenido sus retos de los cuales indudablemente se aprende, aunque lo más importante a nivel personal ha sido mi identificación como mujer y como artista, con las dificultades para desarrollar un trabajo artístico que sea valorado en un entorno tan ligado al patriarcado.

-¿Qué puede encontrar quien se acerque a su obra?

-En todo arte hay distintos niveles de lectura y en parte depende de la sensibilidad y de la familiaridad del espectador con el lenguaje artístico. Creo que el espectador que ha contemplado mi obra ha disfrutado a nivel estético, pero no ha sido indiferente a la carga de dramatismo y fuerza que mi trabajo encierra. Al menos, así lo espero.

-¿Existen problemáticas, líneas en común, entre las mujeres en el flamenco de antes y las que hay ahora?

-Estoy en contacto frecuente con mujeres de este entorno, y aunque ellas mismas reconocen que no existen las dificultades de antaño para poder expresarse y vivir del arte, aún hoy en día la presencia de la mujer no ha alcanzado aún el mismo nivel de representación y reconocimiento que el del hombre.

-¿En qué se ha cambiado?

-Creo que la mujer en el flamenco actualmente se ha empoderado, no depende ni está atada a una estructura familiar-patriarcal y por lo tanto, puede desarrollar su arte con independencia.

-¿Proyectos de futuro?

-Esta exposición se presentó por primera vez en marzo coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer en el patio de la Asamblea de Extremadura, y posteriormente ha estado en Sevilla, en el transcurso de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo SACO. También ha formado parte de una exposición colectiva que se montó en Lisboa (Casa Pia) y en la capital paense. Además, seguirá exponiéndose porque no es un tema cerrado. Sigo trabajando en él.