Cuando el próximo 8 de enero baje en Madrid el telón de Yo soy aquel negrito , el montaje extremeño de esta obra de Miguel Murillo habrá culminado 200 representaciones, una cifra insólita para el teatro de la región. La vida de este espectáculo musical que repasa la España de los últimos 50 años no acaba aquí, como pensaban sus promotores. "Madrid abre puertas", afirma el productor Juan Carlos Parejo, responsable de esta obra que la compañía Rodetacón estrenó el 14 de noviembre del 2003. Una empresa madrileña se encargará de su distribución por España prolongando así su vida escénica más allá de Madrid.

El proyecto arrancó con el objetivo de llegar a las 100 funciones. "Era el número necesario para rentabilizar la inversión", afirma Parejo, quien aportó los 16 millones de pesetas que costó poner en marcha la obra. Como no cumplía el requisito de dos años de funcionamiento de la compañía como profesional, no pudo acogerse a ayudas públicas.

El optimismo de su promotor era, sin embargo, rebosante el día del estreno. "Entonces me di cuenta de que iba a funcionar", dice. Esta mezcla de música, baile, nostalgia ("a todos nos gusta recordar") e imágenes encontró su público dentro y fuera de Extremadura. Lo que iba a ser un espectáculo para pequeños pueblos a los que difícilmente llega el teatro creció para convertirse en el montaje más visto de la región.

Aún bajo secreto

Para el teatro extremeño del 2005, Yo soy aquel negrito ha sido, según Parejo, como la tercera entrega de Torrente , de Santiago Segura, para el cine español, porque las 100 funciones iniciales aumentaron hasta las 200 que cumplirá el próximo domingo. Después, la vida sigue para Yo soy aquel negrito . También para la compañía, que el 13 de enero empieza a trabajar en su nuevo montaje, aún bajo secreto. Pero tendrá poco que ver con la obra de Murillo. "Será original, muy especial, diferente a todo lo que se ha hecho en Extremadura".

Juan Carlos Parejo dio el salto profesional al teatro con Yo soy aquel negrito . Había sido alumno del Centro Dramático Regional en los años 80, pero luego se desvinculó de la profesión. La idea de ampliar estudios en Madrid se truncó cuando empezó a trabajar para la radio en Don Benito. Aún no la ha abandonado. Tampoco se alejó del teatro y fundó Rodetacón como grupo amateur hasta que el proyecto de Yo soy aquel negrito (título de la famosa canción que anunciaba el Cola-Cao en la posguerra española) empezó a fraguar en su cabeza.

"Cuando iba a producirse el cambio de siglo, --explica-- me rondó la idea de montar un espectáculo que resumiera los últimos cien años, pero vi que era demasiado empeño".

Entonces habló con Miguel Murillo (el dramaturgo extremeño que ahora mantiene en cartel Armengol , también en Madrid) y con Antonio Gil Aparicio (director de cine) para que dieran forma a un periodo más reducido, en el que, con una estética de cómic, revisara en clave de humor la historia de España del último medio siglo.

El salto

El salto a Madrid era, en principio, "el colofón" de esta aventura. El primer teatro al que se dirigió, el Arlequín, vio el DVD de la obra y accedió a contratar el espacio. Pero la prórroga del espectáculo que ocupaba el teatro en esas fechas, Cinco gays.com , dio al traste con las pretensiones del extremeño, al que le ofrecieron el escenario del Teatro Mayor Wonderland, en el centro de la capital, donde Yo soy aquel negrito lleva en escena desde el 1 de diciembre.

Los 80 o 90 espectadores iniciales fueron creciendo hasta los 170 de esta semana, respondiendo a la publicidad y la información que ha aparecido en las últimas semanas en varios medios madrileños. Toda esta experiencia teatral le ha servido a Juan Carlos Parejo para darse cuenta de que el teatro atrae a la gente, aunque a veces "lo que se hace no es atractivo o no se promociona suficientemente".