Viggo Mortensen llevaba casi 20 años trabajando en el cine, medio en el que había rodado una treintena de películas, pero parecía el hombre invisible. Este neoyorquino de 44 años estaba relegado a papeles secundarios, y ni el público ni los productores parecían acordarse demasiado de él al salir de las salas de proyección. Todo cambió cuando el actor Stuart Townsend se largó por piernas del rodaje de El señor de los anillos por discrepancias artísticas y Mortensen fue escogido como su sustituto en el papel de Aragorn. Hoy, Mortensen se ha convertido en el actor favorito para encarnar a nuevos héroes.