Un hombre avanza por una carretera castellana rodeada de trigales. Cree que en aquel lugar puede haber restos del pasado. De gente fusilada durante la guerra civil y enterrada en un lugar no marcado. Con esta imagen se abre Los caminos de la memoria , un documental que explora el proceso social de recuperación de la memoria histórica en España.

Premiado en la Semana de Cine de Valladolid, clausura hoy (centro cultural Alcazaba, 20.00 y 22.15) el Festival de Cine Inédito de Mérida. Está dirigido por el joven José-Luis Peñafuerte (1973), que pasó su infancia en Bélgica, el país en el que estuvieron exiliados sus padres antes de volver a España en los años 80.

Este es su segundo proyecto cinematográfico sobre el pasado de España. Anteriormente dirigió el cortometraje Niños , sobre el exilio de huérfanos de la guerra civil, y Aguaviva , sobre la inmigración.

Durante dos años se ha entrevistado con gentes que buscaban a sus familiares, ha filmado exhumaciones de fosas, ha hablado con exiliados, como el escritor Jorge Semprún, que estuvo preso en el campo de concentración de Mauthausen, o con víctimas de persecución por el franquismo, como Marcos Ana.

También prestan su testimonio Emilio Silva, fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, o el hombre que en las imágenes del filme avanza por el trigal castellano, Francisco Etxeberría, forense y antropólogo, que ha participado desde el año 2000 en numerosas exhumaciones y ha analizado incontables restos humanos víctimas de la guerra y la represión del franquismo.

UNA TRAGEDIA Es la primera vez que un documental sobre este asunto dispone de medios técnicos suficientes, de testimonios diversos como "para dar una imagen real de lo que llamamos memoria histórica", afirma Etxeberría, que prevé estar hoy presente en la presentación del filme en Mérida.

"La película no se centra en algo concreto sino que refleja una tragedia que no queremos que se repita".

Pero sí aporta datos a modo de balance del régimen de Franco: 300.000 denunciados, 60.000 ejecutados, 400.000 encarcelados, tres millones de fichados y un número aproximado de 130.000 desaparecidos.

José-Luis Peñafuerte quiere que su filme cuestione a una sociedad que "todavía se resiste a desenterrar a muertos enterrados en fosas repartidas por todo el territorio español", según explica en sus notas sobre el documental. La película, narrada por la actriz Marisa Paredes, habla del exilio interior y exterior, de los deportados republicanos españoles, y de símbolos, como la cárcel de Carabanchel, bastión ideológico de la resistencia antifascista, y de otros que surgen, como el Centro de la Memoria de Salamanca.

Los caminos de la memoria , según Peñafuerte, es fruto de la urgencia por conservar los "frágiles restos de estos testimonios tan valiosos para el futuro de nuestros valores democráticos". También subraya su intención de "hacer justicia a los luchadores por la libertad de pensamiento que fueron secuestrados y asesinados por el fascismo español".

El forense Francisco Etxeberría tuvo, "como en otras muchas familias", familiares entre los vencedores y entre los vencidos, que se vieron obligados a emprender el exilio. "Y de pequeño (nació en 1957) conocí, a través de lo que me contaban, el espíritu de lo que fue aquello y entendí, y esto lo dice la película, que esa historia es la historia de mis vecinos, de mis compañeros, de todos nosotros".

¿Y qué sensaciones experimentó cuando se enfrentó por primera vez a una exhumación?

"Que tenía delante una historia de valor humano extraordinario. Ha sido enriquecedor, y por eso he seguido colaborando. Porque no hablamos de acontecimientos bélicos de la guerra civil sino de la dimensión de la tragedia de unas víctimas que lo