La princesa Diana de Gales y su novio, Dodi al Fayed, murieron en un accidente de tráfico debido a que Henry Paul, el conductor del vehículo en que viajaban, conducía demasiado rápido y bajo los efectos del alcohol. Estas son las conclusiones a las que ha llegado la Policía de Londres que, tras tres años de investigación, ha ratificado la investigación efectuada en Francia, donde murió la pareja.La policía comunicó ayer las conclusiones de la investigación a los hijos de la princesa, Guillermo y Enrique. Y esta mañana ha sido informado Mohamed al Fayed, padre de Dodi al Fayed y dueño de los famosos almacenes Harrods. Ni estaban prometidos ni esperaban un hijoMohamed al Fayed lleva años afirmando que Dodi y Diana fueron asesinados por los servicios de inteligencia británicos porque no podían permitir que la madre del futuro rey tuviera un hijo con un musulmán. En referencia a este asunto, el informe indica que la princesa no estaba embarazada en el momento de su muerte ni tampoco prometida para casarse con su amante, como se había especulado.. El excomisario jefe de Scotland Yard John Stevens, a cargo de la investigación policial ha asegurado que las muertes se debieron a un trágico accidente y que las alegaciones de que hubo un complot para asesinarles "son infundadas".Tras tres años de pesquisas, en su informe de 832 páginas y que se publicará en internet, Stevens afirma que "no hay pruebas" que sostengan las teorías conspirativas, esgrimidas sobre todo por el padre de Dodi --el dueño de los lujosos almacenes Harrods en Londres, Mohamed al Fayed-- de que el choque en que perdió la vida la pareja fue provocado."Esto fue un trágico accidente. No hubo ninguna conspiración para matar a ninguno de los ocupantes del coche", ha asegurado.Sin pruebas de la implicación del EstadoEl veterano policía ha subrayado que no hay pruebas que demuestren la implicación del esposo de la reina Isabel II ni tampoco de los servicios de espionaje británicos, MI6, en el suceso.El ex comisario jefe, cuyo equipo ha interrogado a 400 personas, incluidos el príncipe de Edimburgo, el príncipe Carlos y mandos de los servicios secretos, ha precisado que el objetivo de su pesquisa era averiguar "si había pruebas creíbles que sostuvieran las alegaciones de que hubo una conspiración para asesinar".Stevens ha reconocido que, seguramente, las teorías conspirativas sobre el caso continuarán, ya que, como en otras pesquisas, hay preguntas que continúan sin respuesta.Invitación a pasar página sobre el asunto"Espero que todo el trabajo que hemos hecho y la divulgación pública de este informe sirva para poder pasar página a quienes continúan en duelo por las muertes de Diana, la princesa de Gales, Dodi al Fayed, y Henri Paul", ha recalcado.La conclusión de la investigación policial, que ha costado unos tres millones de euros y en la que han participado 15 policías, permitirá ahora reiniciar el proceso judicial, que ha sido traspasado a la jueza retirada Elizabeth Butler-Sloss.