El actor egipcio Omar Sharif afirma que "es absurdo querer imponer la democracia en el islam", religión que no sólo habla de la relación del hombre con Dios, sino que también alude a un modo de vida establecido en el Corán que hay que cumplir.

"El Corán no enseña otro modo de vivir. Hay que educar a los

árabes a saber leer, escribir y pensar, para luego, poder cambiar las cosas, algo que no ocurrirá antes de 50 años", dijo.

En una rueda de prensa con motivo de su presencia en el V Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, en cuya gala de clausura, que se celebra mañana, recibirá la Lady Harimaguada de Honor en reconocimiento a su trayectoria, el actor, de 71 años, se refirió a la situación de violencia que se vive ahora en el mundo.

Concretamente, Sharif aludió a los últimos atentados de Madrid, que le sorprendieron en el aeropuerto de Barajas cuando pretendía tomar un avión con destino a la capital grancanaria, en la que se esperaba su presencia en la gala inaugural del certamen, que quedó suspendida por estos acontecimientos.

Omar Sharif, que habló en todo momento en español, idioma que aprendió de su madre, muerta hace ocho años en Madrid, ciudad en la que residía, dijo que vivió "momentos terribles" y calificó los últimos atentados terroristas como "una barbaridad que sólo pueden hacer animales para los que morir y vivir es la misma cosa".

A su juicio, la violencia que hay en el mundo responde a que "hay mucha gente pobre a la que hay que ayudar".

UN RIESGO Omar Sharif también se refirió al peligro que supondría confundir la cultura árabe con la violencia que protagonizan determinados grupos extremistas islámicos.

En este sentido, consideró que ello contribuiría a crear más violencia entre los propios árabes, como está ocurriendo en Irak, donde se está matando a más iraquíes que a norteamericanos, pese a que "terminar con Sadam Husein haya sido una cosa muy útil para el mundo".

Por ello, abogó por "cambiar la filosofía del modo de combatir la violencia", para lo que, en su opinión, se debería usar "la potente arma que supone la televisión, ya que el cine no tiene tanta influencia sobre la gente".

"Hoy hasta los dibujos animados son violentos porque lo que importa a las televisiones es ganar dinero, y no educar a la gente, cosa que se podría hacer sin aburrir", aseveró.

El actor egipcio, recientemente galardonado con el premio César al mejor actor por su papel en el filme Monsieur Ibrahim et les fleurs du Coran , en la 29 gala de este certamen, que organiza la Academia de las Artes y de las Técnicas del Cine francés, añadió que "cuando empiezan a darte premios es señal de que estás muy viejo".