Mientras haya negocio, todo vale. Esa es la clave en el país más consumista del planeta, que no tiene ningún prejuicio a la hora de lanzar marcas de ropa con un nombre famoso estampado en la etiqueta. La lista empieza a ser numerosa. Ejemplo: John Malkovich apadrina la colección Uncle Kimono (www.johnmalkovich.org) y ha dirigido un documental con 20 judocas enfundados en sus trajes. En la web ha colgado fotos de sus amigos --entre ellos, Javier Bardem-- con las prendas que Malkovich produce en Canadá, Italia y EEUU.

En esta constelación de estrellas metidas a diseñadores hay sitio para la reina del cine porno Jenna Jameson, que ha sorprendido anunciando el lanzamiento de su propia y recatada línea de ropa. También Charlie Sheen acaba de poner a la venta en Los Angeles sus 75 piezas de ropa para niñas, con precios de entre 20 y 80 dólares. Bautizada como Sheen Kidz, la colección está inspirada en las dos hijas que tuvo con Denise Richards. Siguiendo los pasos de su hermana Paris, la millonaria Nicky Hilton presentó hace poco la secuela de su línea Chick. "No es Prada", admitió sobre sus bolsos de palmeras.

Otro famoso que ha hecho una incursión en el mundo de la moda es el cantante de Jamiroquai, que firmará 12 prendas para Hugo Boss. El británico asegura que se lo va a tomar muy en serio. "No quiero prestar simplemente mi nombre", apunta Jay Kay.

Jennifer López continúa con la colección Sweetface Collection y la línea económica JLO. La actriz Mandy Moore se ha lanzado al negocio de las camisetas con MBLEM, Jessica Simpson muestra su armario en www.jessicastyle.com y Gwen Stefani hace lo propio con LAMB.