Podría validar su título como la actriz mejor pagada del mundo y hasta ganar un premio Tony o podría ahogarse en una lluvia ácida si las críticas se ensañan con ella. Eso considera Los Angeles Times , que asegura que Julia Roberts se enfrentará a la apuesta más arriesgada de su carrera cuando mañana debute oficialmente en Broadway con el estreno de Tres días de lluvia , la obra de Richard Greenberg nominada al Pulitzer en 1997.
La novia de América es una de las estrellas de Hollywood que llega a los teatros neoyorquinos esta temporada. Pero a diferencia de Alec Baldwin o Amanda Peet, la dulce Roberts no tiene experiencia en el escenario. Aun así, las 16 funciones previas al estreno le han servido para familiarizarse con las tablas, recaudar 1,7 millones de euros y darse otro baño de fama, con el Bernard B. Jacobs Theater de la calle 45 al 101% de su capacidad (el 1% extra es para el público que se queda de pie) desde que el 28 de marzo la protagonista de Pretty woman se presentó por primera vez ante el público.
Allí permanecerá 12 semanas, hasta el 18 de junio, junto a los actores Bradley Cooper y Paul Rudd. Cada uno de ellos interpretarán dos papeles diferentes. En el primer acto, Roberts y Rudd son dos hermanos que intentan desentrañar el misterio del diario que su padre dejó al morir. Ambos cuentan con la ayuda de Pip (Cooper), hijo del socio de su padre. En el segundo acto la acción retrocede varias décadas en el tiempo para contar la historia de los dos progenitores y la magnética mujer que jugó un gran papel en sus vidas.
"Crecí con el olor del maquillaje. Mi padre solía llevarme siempre al teatro, como cuando vine a Nueva York con siete años para ver Hair . También tengo grandes recuerdos de Yul Brynner y su interpretación en The king and I en Atlanta ", ha señalado Roberts, que rechazó jugosas ofertas de cine después de dar a luz a sus gemelos. Hasta que el director, Joe Mantello, habló con ella y la convenció para protagonizar Tres días de lluvia .
Mi familia es lo más importante, así que tenía que hacer algo diferente y desafiante para dejar mi casa", comentó la actriz, retirada hasta ahora en su rancho de Nuevo México. "Es una de las obras favoritas de Joe y después de una larga conversación me pareció el reto muy interesante".
Aunque las críticas oficiales no llegarán hasta el jueves (un día después del estreno oficial), Roberts no defraudó a sus fans en la primera función. Desde entonces, no ha hecho más que repartir autógrafos a las puertas del teatro, aunque también hay quien se ha quejado de las excesivas medidas de seguridad impuestas por los organizadores (imposible entrar con cámaras).
Su debut se ha convertido en uno de los grandes acontecimientos de la temporada. Las entradas para las 12 semanas han sido ya prácticamente vendidas y la venta de asientos puede adquirirse por 850 euros un par de butacas para esta semana.