La sueca Mari Jungstedt se ha sumado a la lista de escritores que aúnan crimen y crítica social en las novelas policíacas escandinavas, un éxito que atribuye a que tratan "problemas universales" con los que todo tipo de lector se identifica fácilmente.

Jungstedt publica ahora en España Nadie lo ha oído (Maeva), la segunda de sus siete novelas policiacas --con las que ha vendido más de un millón y medio de ejemplares en Suecia-- protagonizadas por el comisario Anders Knutas y el periodista Johan Berg, y ambientadas, todas ellas, en la isla turística de Gotland.

La autora quiere mostrar que la sociedad sueca "no es ideal", ya que no resuelve sus "numerosos problemas" y está "sobrevalorada" en el extranjero, asegura en una entrevista con Efe.

"Hay una tradición muy fuerte de novela negra en Suecia", apunta Jungstedt, que confiesa que más que de Stieg Larsson, "que es un fenómeno muy reciente", ha aprendido de Maj Sjövall y de Per Wahlöo, que en los sesenta iniciaron la corriente de la novela negra escandinava.

Después de diez años de carrera periodística en la televisión, decidió empezar a escribir --cumpliendo su "gran sueño"--y hoy aún sigue "sorprendida" del éxito que cosechan sus obras.