DLos humanos somos conservadores, estamos aburridos, necesitamos ritos y un chute de merengue, de otra manera no se entiende que las bodas ilusionen tanto. Se forma una pareja y enseguida quieren llevarla al altar, aunque el presbiterio esté en Las Vegas y la ceremonia sea oficiada por un monaguillo con patillas de Elvis.

Los casamenteros se empeñaron en unir a la actriz Angelina Jolie y a Brad Pitt. Incluso llegaron a poner fecha (ya caducada) al enlace de los dos actores: el 14 de febrero. No conozco de nada a esta pareja de superguapos, pero en absoluto imagino a la salvaje Jolie tachando en el calendario la fecha más hortera. ¿14 de febrero? No es el día de los enamorados, sino el de los tenderos.

Desaparecidos Jolie-Pitt de la escena pública, tras una exposición mediática más cancerígena que una sesión continua de bronceado, las celestinas acaban de tomarla con Nicole Kidman y Keith Urban, un cantante de country. Que me perdonen los vaqueros de Brokeback mountain, pero escucho a Dolly Parton y me dan ganas de aullar. Y no hay que olvidar que John Denver, junto con Mocedades, arruinó el gusto musical de los niños de los 70.

Según el periódico The Sun, Kidman se casará en junio en ¡Nashville! ¡Qué horror, Kidman en Nashville, la capital de los ciudadanos con sombrero de cowboy y los cantantes con voz nasal! Cuánto daño has hecho Ang Lee al recuperar las camisas a cuadros, las piernas torcidas, los hebillones de plata y el sombrero de la ala ancha, que los portadores tocan para saludar. Kidman: huye a Australia ahora que puedes y deja atrás la armónica, el banjo, el lamento country.