Kirstie Alley cumplió la promesa de perder peso que había hecho un año atrás. La actriz estadounidense, conocida por haber interpretado a la neurótica Rebecca en la serie Cheers, se presentó el lunes por la noche con 20 kilos menos y en biquini en un conocido programa de televisión, El show de Oprah Winfrey, para hablar de la obesidad.

La actriz confesó sin tapujos que antes de adelgazar comía a diario el equivalente a más de 8.000 calorías. "Me podía comer un bistec, media barra de pan, seis tazas de pasta, 20 polos sin azúcar y una docena de refrescos con gas", dijo Alley, que llevaba años luchando contra la obesidad. Llegó a pesar casi 100 kilos. Hace un año decidió cambiar sus hábitos alimenticios: empezó a comer mejor, a bailar, a realizar ejercicio bajo supervisión y dejó de fumar. Alley aseguró que elegir mejor el menú cuando come fuera de casa es lo que más le ha ayudado a cambiar. "Las mujeres nunca pensamos que estamos lo suficientemente bien. Y sí lo estamos. Somos más que nuestros cuerpos", opinó la actriz, que ha protagonizado la serie Fat actress (actriz gorda).