La famosa acuarela Liebre , del maestro alemán Alberto Durero, permanecerá en el Museo del Prado hasta el final de la exposición inaugurada esta semana, pese a que no había obtenido el permiso correspondiente, según hizo público, ayer, la ministra de Cultura austriaca, Elisabeth Gehrer. El conflicto se desató después de que las autoridades austríacas decidieran que la citada obra y otras cuatro del mismo artista debían regresar a Viena a fines de marzo, en lugar de fines de mayo, cuando acaba la muestra madrileña titulada Durero. Obras maestras de la Albertina .

El acuerdo determina que las cinco obras, cuya conservación exige atenciones especiales, podrán mostrarse durante un total de 700 horas a una baja intensidad lumínica, de 25 lux, explicó Gehrer. Según la ministra, el acuerdo garantiza que la famosa Liebre , que por primera vez sale de territorio austríaco desde su adquisición para forma parte de la colección Albertina, en 1796, así como las demás obras maestras, serán expuestas mientras dure la citada exposición.

La Liebre , que constituye el corazón de la exposición de Madrid, así como otros dibujos y acuarelas del mismo pintor, viajaron a Madrid sin el permiso administrativo necesario para abandonar territorio austríaco. La comisión de patrimonio austriaca informó de que, cuando recibió la solicitud del permiso, el primero de dos envíos de 87 obras originales al Prado, ya había viajado a Madrid. Las autoridades negaron entonces la autorización de salida de esas valiosas piezas debido a que ya habían sido expuestas en Viena en 2003, tras lo cual necesitan varios años de descanso.