Tres perros que compiten en un lugar secreto por ingresar en una unidad de élite protagonizan La paz perpetua , un texto de Juan Mayorga sobre los dilemas éticos de la lucha contra el terrorismo, que se ha encargado de desbrozar y subir a escena en el teatro María Guerrero de Madrid un "maestro", José Luis Gómez.

Mañana se estrena esta nueva producción del Centro Dramático Nacional, que permanecerá en cartel hasta el próximo 4 de junio con un elenco integrado por José Luis Alcobendas, Israel Elejalde, Susi Sánchez, Fernando Sansegundo y Julio Cortázar.

Se trata de un texto que plantea preguntas activas y comprometedoras al espectador, al que, siguiendo el lema de Kant --de cuyo tratado filosófico sobre la cooperación pacífica entre los estados toma el nombre la obra--, invita a pensar sin delegar sobre asuntos de plena actualidad: ¿es lícito cualquier método para conseguir información de un sospechoso con el objeto de salvar vidas?; ¿hay guerras justas e injustas? o ¿cómo defender nuestros derechos sin destrozar los de los demás?

Así se ha puesto de manifiesto en la presentación del montaje.

"Me resultaba incómodo escribir sobre terrorismo", confesó el Premio Nacional de Teatro y autor de exitosos textos como Ultimas palabras de Copito de Nieve o La tortuga de Darwing , quien no quiso incurrir en la suplantación del dolor de las víctimas, ni colocarse en el papel del terrorista ni tampoco crear un thriller desde el punto de vista policíaco.

Tras meses, halló la clave en esta metáfora: tres perros (un pastor alemán, un rottwailer y un perro cruce de varias razas) compiten por conseguir el preciado collar blanco y con él la distinción de perro antiterrorista de élite, bajo la atenta supervisión de una humana y en un proceso de evaluación que realiza un perro labrador.