A Perico de la Paula (Cáceres, 1974) guitarrista, investigador y presidente de la Asociación Flamenc@s de Verdá, da gusto escucharle con o sin guitarra, y hoy nos acercamos a él para que nos hable sobre la saeta cacereña: sus orígenes, sus referentes. Una pequeña pincelada de lo que será la entrevista de la semana que viene, que como ven nuestros lectores y aficionados continúan enmarcadas en la Semana Santa y su vínculo con el flamenco.

--¿Necesita reafirmarse la saeta cacereña?

--El auge de la saeta andaluza ha conseguido a lo largo del tiempo, que surgieran acontecimientos dirigidos a conservar y revalorizar el canto de la saeta autóctona. En esta línea, podemos citar conferencias organizadas por la Comisión Pro Semana Santa en el año 1958, concursos organizados por la mencionada comisión en colaboración con Radio Cáceres entre los años 1957-1964. El I Concurso de Saetas El Adarve del año 1986 significó la aparición del primer registro sonoro oficial de nuestra saeta cacereña y la publicación, en 1995, del trabajo editorial-discográfico Cáceres en Semana Santa por la Asociación Amigos del Flamenco de Extremadura. Cáceres, supuso una joya escrita y sonora, pues contenían cinco grabaciones de Teresa la Navera.

La vertiente pedagógica de la saeta cacereña, aparece con la puesta en marcha en 1999 de la escuela de saetas, de la Cofradía de la Sagrada Cena de Cáceres, dirigida por Simón García Bermejo Niño de la Ribera y el último impulso con rigor científico es el estudio, entre los años 2007-2012, de la tesis doctoral sobre la saeta en Extremadura, escrita y defendida por la cantaora Raquel Cantero.

--Como estudioso, ¿cuáles son las características y las peculiaridades de la saeta cacereña a los estilos del flamenco?

--Tal y como la defiende Raquel Cantero, vicepresidenta de la Asociación Flamenc@s de Verdá, se podría decir que la saeta cacereña responde al modelo de la antigua, llana o primitiva, caracterizada por tercios cortos, sencillos, sin floreos ni alardes vocales por parte del intérprete. Era la saeta que cantaba el pueblo, de ahí la simplicidad en su factura. En este sentido, la saeta cacereña podría incluirse en el grupo de variantes consideradas como posible precedente de la saeta flamenca. Si nos atenemos a la versión de Teresa La Navera, se trata de un modelo cuya melodía se desarrolla en cinco frases musicales (repitiéndose las dos últimas), destacando como rasgos identificativos el giro personal que ella introducía al final de los tercios primero, tercero y quinto, así como el ligero ornamento del segundo tercio y la forma de acometer el cuarto, que la diferencia de la manera con que se interpreta la saeta antigua en otros puntos de la región.