Una retrospectiva en la Berlinale, el estreno de un documental en el que colabora su hijo Juan Luis y una exposición con material inédito en la Filmoteca Nacional son los principales homenajes que el mundo de la cultura europea brindan al cineasta Luis Buñuel este año, el del 25 aniversario de su muerte.

Hoy se cumplen 25 años de la muerte en México de Buñuel y los responsables de los homenajes organizados este año coinciden en subrayar la vigencia y la singularidad de su mirada, que forma parte del imaginario colectivo gracias a escenas míticas como la de Un perro andaluz , en la que un globo ocular es rebanado por una cuchilla de afeitar.

Una secuencia surrealista escrita junto a Dalí en 1929 que muestra muy bien el gusto del cineasta zaragozano por adentrarse en laberintos artísticos que indagan en las complejidades humanas y que pudo verse el pasado febrero en la Berlinale junto con otras de sus 32 películas. Entre ellas se proyectaron cintas que ya han entrado en la historia del cine mundial, como la iniciática La edad de oro (1930), Los olvidados (1949) y Viridiana (1961), la experimental El ángel exterminador (1962), Belle de jour (1966), la oscarizada El discreto encanto de la burguesía (1973) y Ese oscuro objeto del deseo (1977).

Forjado en el inquieto caldo de cultivo de Dalí, Lorca y la madrileña Residencia de Estudiantes, macerado en el surrealista París de los últimos años 20 y forzado al exilio mexicano y estadounidense por la Guerra Civil, la vida de Buñuel atraviesa los principales acontecimientos del siglo XX, de los que va bebiendo matices que luego trasladará a su filmografía.

Concluyó filosofía

"Fue muy inquieto. Llegó desde Calanda para estudiar ingeniería agrónoma, se pasó a ciencias naturales y finalmente concluyó filosofía, pero por el camino escribía, dirigía teatro, aprendió música...", explica Alicia Gómez Navarro, directora de la Residencia de Estudiantes.

"La gente cree que Buñuel era un improvisador, pero lo cierto es que estudiaba cada detalle", añade Elena Cervera, comisaria de la exposición México fotografiado por Buñuel , organizada a partir de unas 900 instantáneas de exteriores tomadas por el cineasta.

Estas fotografías muestran, según Cervera, "cómo se configuraba su mirada" desde antes incluso de rodar, ya que retrataba con "pulcritud" y "singularidad" playas, bosques, desiertos o iglesias que luego serían trasladadas a las 20 películas que rodó en el país azteca.

En varias le ayudó su hijo Juan Luis, también cineasta, que participa en el documental El último guión. Buñuel en la memoria , dirigido por Javier Espada y Gaizka Urresti, en el que recorre escenarios claves de la memoria de Buñuel, como la casa familiar de Calanda, Madrid, México, Hollywood o Nueva York, donde trabajó para el MoMa. "Es un recorrido por el Buñuel más íntimo", comenta su hijo.