LA OREJA de Van Gogh es hoy tan famosa como su pintura. La existencia atormentada del holandés de los girasoles, rematada de un pistoletazo, despierta la misma fascinación que su obra. El mito popular ha construido la imagen de un artista genial y enloquecido, que pintó y vivió dominado por los impulsos. Contra ese cliché se rebela El auténtico Van Gogh. El artista y sus cartas , la muestra (foto) que este sábado presenta la Royal Academy of Arts, en Londres. La muestra pone el acento en la ilustrativa y abundante correspondencia del pintor, dotado de un gran talento para expresar en un papel sus pensamientos. Esas cartas muestran a un hombre complejo, reflexivo y de gran riqueza intelectual.