Jacques Langevin, Fabrice Chassery y Christian Martínez, tres fotógrafos que tomaron imágenes de la princesa Diana de Gales y de su entonces pareja, Dodi al Fayed, antes y después de su accidente en París, han sido condenados a pagar una multa simbólica de un euro a Mohamed al Fayed, padre del novio, en concepto de daños y perjuicios por violación del derecho a la privacidad. Según la Corte de Apelaciones de París, los paparazzi cometieron "una falta" al fotografiar a la princesa y su novio en el interior del vehículo, "un lugar privado".