Largas colas de más de una hora de espera, en la puerta de Velázquez, y de entre 15 y 20 minutos, en la de Los Jerónimos, se han formado esta mañana para ver las nuevas salas del Museo del Prado, que desde hoy y hasta el 4 de noviembre celebra su ampliación abriendo gratuitamente sus puertas al público. En el caso de la entrada principal del edificio Villanueva, la puerta de Velázquez -que abría hoy después de haber permanecido cerrada durante décadas-, la cola llegaba hasta el Jardín Botánico, mientras que la de la entrada de Los Jerónimos lo hacía hasta el Paseo del Prado.

Y es que muchos han sido los que no han querido perderse la oportunidad de visitar en este primer día de apertura al público la ampliación del museo, la mayor de sus casi 200 años de historia y que fue inaugurada ayer por los Reyes, los Príncipes de Asturias y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El principal atractivo residía en contemplar los nuevos espacios diseñados por Rafael Moneo en torno al área de Los Jerónimos, que, además, se han inaugurado con uno de los tesoros menos conocidos del museo: la colección de pintura española del siglo XIX, que llevaba una década sin exhibirse. La mayoría de los que desde primera hora de la mañana hacían cola habían acudido expresamente para ver el nuevo edificio y se mostraban sorprendidos de la numerosa afluencia siendo hoy un día de diario. Por eso pronosticaban que durante el fin de semana las colas serían "tremendas", y que "llegarían hasta Atocha", opinaba José Rey, un madrileño de 61 años que vino creyendo que hoy sería el día de menos afluencia

Las largas colas desmotivaron a muchos de los visitantes, como es el caso de María Teresa Pérez, que ya había tenido la oportunidad de ver por dentro el nuevo edificio de Moneo y que, ante la visión de unas 500 personas por delante suya, optó por marcharse y acudir otro día. A otros, como Caridad Sánchez, no les importó tener que aguantar la espera -que estuvo amenizada por un continuo desfile de diez parejas ataviadas con trajes del siglo XIX- ya que estaban "deseando" contemplar los nuevos espacios: "Los he visto un poco por la televisión y me parecen muy bonitos, diáfanos y amplios", comentaba.

Junto a los que habían acudido expresamente, muchos turistas aprovecharon su estancia en Madrid para ver las nuevas instalaciones del museo, como Jean Baptiste, un estudiante francés de 17 años que "había oído que hoy se inauguraba la nueva parte del museo" o Ángel y Carmen, una pareja de Valladolid que, coincidiendo que están en Madrid, querían pasarse por el museo. Al final, la espera mereció la pena para todos y a la salida del recinto podía oirse a muchas personas comentando que las nuevas salas eran "preciosas", como las calificó Antonio Lallave.

Los responsables de la pinacoteca han tenido en cuenta que muchas personas pueden tener dificultades para acudir al museo en estas fechas y por ello han previsto un sistema de reserva de entradas gratuitas para noviembre que funcionará exclusivamente entre el 29 de octubre y el 4 de noviembre.

Al margen de esta jornada inaugural, a partir de noviembre el acceso al museo será libre las dos últimas horas de apertura de martes a sábado (de 18 a 20 horas) y las cuatro últimas de los domingos (de 16 a 20 horas).