Es la gran dama de la literatura británica. Una figura diminuta y delicada, con su pelo gris y su moño de otros tiempos. Pero Doris Lessing no tiene nada de dulce ancianita. Es una mujer lúcida y vital, ocupada y preocupada por el mundo en el que vive desde hace 87 años. Ayer, caldeó el Hay Festival segoviano con sus opiniones ponderadas y circunspectas y demostró que sigue tomándole el pulso a la actualidad como lo hizo en el pasado con novelas tan fundamentales como El cuaderno dorado y La buena terrorista .

Poco ha faltado para que la autora no se haya traído bajo el brazo el que será su nuevo libro publicado en España, La historia del general Dann y de la hija de Mara, de Griot y del perro de las nieves . Lo hará el 22 de noviembre en el sello Bruguera. La novela, continuación de la anterior Mara y Dann , se vale de la ciencia ficción a la que la autora viene dedicándose desde hace 30 años, aunque los resultados excedan los márgenes del género. "La fantasía es el mejor vehículo para hablar del mundo que nos rodea", dijo.

GLACIACION Y eso lo han debido de comprender bien sus lectores que, en cierta forma, le han obligado a continuar las peripecias de Dann, ahora adulto, en ese mundo azotado por una glaciación en el que no es difícil reconocer a Europa. En La historia del general Dann... , el tema es cómo una civilización es capaz de resurgir de su destrucción y de reinventarse a sí misma. ¿Dirige Doris Lessing una mirada esperanzadora hacia esa Europa que se tambalea "¿Pesimista ¿Optimista? No sé decirlo a ciencia cierta, pero en todo caso ahí esta esa imagen de Europa empezando de nuevo desde las ruinas", dice la escritora, que hac su personal profesión de fe: "Odio a Tony Blair y odio a George Bush; nos han buscado muchos problemas".

En La buena terrorista , Lessing hacía un retrato certero y no exento de ironía de la utilización de la violencia con fines políticos. Le cuesta un poco establecer un cierto paralelismo con el terrorismo islámico. "Mi terrorista era irlandesa, del IRA, y vivía en un momento concreto, convulso y agitado, que poco tiene que ver con el que vivimos ahora. Pero si ella fue capaz de encontrar una salida, es posible que el terrorismo islámico también lo haga".