Una semana después de la muerte de su hermana Erika, la princesa de Asturias reanudó ayer su actividad oficial. Letizia acompañó a Felipe a la sede del Instituto Cervantes en Madrid. Con el dolor en su cara, sacando fuerzas de flaqueza, retomó una agenda suspendida hasta la noche anterior. Felipe resumió ante los empleados la actitud que anima a ambos: "Podéis contar siempre con nosotros, estaremos al pie del cañón", dijo.