Como en junio del 2005 en Logroño, cuando tuvo su primera intervención pública como princesa de Asturias con motivo del 25º aniversario de la creación de la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil, Letizia eligió ayer un vestido negro y un tocado con peineta y mantilla del mismo color para amadrinar la entrega de la Bandera de Combate a la fragata Alvaro de Bazán, en el puerto de Motril (Granada).

Los Príncipes fueron recibidos por una gran multitud y por las autoridades civiles y militares, entre los que se encontraba la consejera de Gobernación de la Junta de Andalucía, Evangelina Naranjo. Tras pasar revista Felipe, vestido de capitán de corbeta, comenzó el acto con la intervención del alcalde de Granada, José Torres Hurtado. A continuación, llegó el discurso de Letizia, que lució el mismo vestido de la audiencia con Juan Pablo II, en julio del 2004. La Princesa expresó toda su "gratitud" a Motril, y destacó la "disciplinada tarea" que la Armada española "realiza por nuestra patria, en defensa de la paz, la libertad y los derechos humanos".