Jesús Gabriel y Galán, nieto del poeta José María Gabriel y Galán (1870-1905), ha querido escribir una biografía que limpie de lugares comunes la imagen que quedó del autor de El ama . Publicada en la Editora Regional de Extremadura (ERE), ayer se presentó en la Feria del Libro de Cáceres. Su autor ha empeñado seis años en este proyecto en el que ha pretendido adoptar una posición "objetiva, neutral" respecto a su abuelo, apoyada documentalmente para dibujar un relato humano cercano a la realidad del escritor, que "no era ultraderechista, ni excesivamente clerical: era católico y tradicional; pero fue el primer poeta que escribió de problemas sociales en España".

CAUDAL INFORMATIVO El recorrido biográfico es tan exhaustivo como el caudal informativo y documental que aporta el descendiente del poeta salmantino, al que circunstancias personales condujeron a Guijo de Granadilla: familiares de su mujer Desideria, que no tenían descendencia, le ofrecieron hacerse cargo del negocio familiar como administrador.

Desde allí fraguó Gabriel y Galán su obra poética, de la que publicó Castellanas , Extremeñas , Campesinas y Nuevas castellanas y Religiosas . Su fama popular, recuerda su biógrafo, fue enorme. "Sus libros se siguen leyendo cien años después, aunque resulta difícil encontrarlos".

Para subsanar esta carencia, Jesús Gabriel y Galán y su hermano trabajan en la edición de la obra completa del poeta (en la ERE). Rescatarán prólogos originales de algunos de los títulos y que escribieron autores como Emilia Pardo Bazán y Juan Maragall, e incluirán numerosos inéditos. De allí saldrá "una poesía inclasificable. A él lo denominaron poeta regional por el ambiente en que encuadró su obra". Pero una nueva lectura de su legado muestra que la suya fue "una poesía realista".

"La escritura para él fue un sacrificio diario. Cuando se dio a conocer no le dejaron en paz", afirma el biógrafo. A Gabriel y Galán le llegaban encargos poéticos a los que no supo negarse. Ganó premios (los famosos juegos florales) y obtuvo la amistad de Unamuno, no exenta de fricciones: el poeta salmantino le dijo que publicaría El Cristu benditu , pero nunca lo hizo. "Posiblemente a mi abuelo aquello le molestó".