La mandocleta, el bajo barríltono o el nomeolbídet no existirían sin Les Luthiers. Pertenecen a los casi 40 instrumentos musicales realizados con objetos corrientes pero poco musicales --por ejemplo, un retrete-- de los que el famoso grupo argentino ha conseguido sacar sonidos coherentes. Y así llevan 40 años. Con este feliz motivo, Ediciones B ha reeditado Les Luthiers, de la L a la S , del escritor y periodista colombiano Daniel Samper Pizano, sin apenas correcciones pero sí muy aumentado.

El libro procura "hacer reír", dice Samper. Durante cuatro décadas, Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich han exhibido su maestría para hacer del teatro y la música herramientas instrumentos para la crítica inteligente e irónica. ¿El secreto de un éxito tan duradero "¡Pero si solo llevamos 40 años!", proclaman casi al mismo tiempo. "Nadie nos regaló esta magia; somos copartícipes de ella y esto es un factor de unión. Pero que quede claro que si fuéramos menos inteligentes o menos buena gente, ya nos habríamos separado".

Pero hay más. Es bueno para el negocio no mezclarlo con la vida personal y eso han llevado a la práctica. "Tener libertad y permitir que cada uno podamos actuar en otras cosas es el secreto de nuestra perdurabilidad", afirma Rabinovich.

Esta biografía autorizada reune numerosos datos desde la formación del grupo en 1967, cuando eran cuatro y actuaban gratis en pequeños cafés-concierto. Incluye más de 70 fotografías inéditas en España (la primera edición solo salió en Argentina), multitud de anécdotas y un completo glosario de los originales instrumentos de su invención. Les Luthiers han sacado partido de la política, de la vida cotidiana y de las cosas más insignificantes para hacer reír. Un ejemplo: su segundo disco, que se publicó 1972, titulado Cantata Laxatón , era la musicación del prospecto de un laxante.