El nombre del menor de los hermanos Goytisolo suena para el Nobel de Literatura al tiempo que publica Cosas que pasan (Siruela).

--En la lista que cada año elabora la casa de apuestas Landbroke parte usted como favorito para el premio Nobel de Literatura. ¿Cómo se siente? ¿Está sorprendido?

--Yo no sabía qué era eso hasta que me lo explicaron. Sí, estoy en tercer lugar por detrás de Amos Oz y la argelina Assia Djebar. Me pasaron la lista y todos son muy conocidos.

--Mario Vargas Llosa, por ejemplo, está situado mucho más abajo que usted en esa clasificación...

--El 17. Somos los dos únicos autores en castellano. Veremos.

--Comprenderá que haya mucha gente que se sorprenda.

--Sigo siendo un desconocido, sobre todo en España, salvo para cierta parte de la crítica, la que más aprecio, que me ha seguido desde Antagonía , mi obra más ambiciosa.

--Y sus lectores son pocos pero selectos...

--En algún momento me he situado entre los más vendidos. Fue cuando estaba en la realización de documentales y no tenía tiempo para concentrarme. Mzungo , Placer licuante y Escalera hacia el cielo , mis novelas triviales, fueron pensadas en los aviones.

--¿Siente que se le ha leído bien?

--En ocasiones sí. A veces por el lector más impensable, un coreano, por ejemplo, que en perfecto español me dice que quiere traducirme. Eso un aire purísimo que te da aliento para seguir.

-¿Las suyas son novelas de ideas?

--Yo no debato ideas. Lo que intento y creo que consigo es llegar a una comprensión total que escapa a la idea y que tiene algo de emotivo.

--En Cosas que pasan vuelve a los textos autobiográficos de Diario de 360º y Estatua con palomas.

--Pero no revelo cosas de las que no haya hablado antes. El azar, por ejemplo, que es uno de mis temas recurrentes. Y está en el origen. Cuando naces no puedes elegir.

--Nacer en la familia Goytisolo no es poca cosa.

--Es solo el principio. Eres el producto de un encuentro sexual, no sé si rutinario o no. La idea de que en un segundo tu vida puede crearse o puede cambiar.

--Como cambió en un instante tras la muerte de su madre en los bombardeos franquistas.

--Eso es. Pero también me planteo que si no hubiera estado en la cárcel por motivos políticos no hubiera escrito Antagonía , o hubiera sido otra novela.

--Se define como tímido, pero no tiene el menor pudor en pormenorizar su vida sexual.

--Soy un tímido en la relación con las personas, pero no es nada patológico. En otros terrenos, como el erótico, eso me hace más atrevido.

--La convivencia entre los tres hermanos Goytisolo no fue fácil. Lo explica en el libro.

--Quería deshacer esa imagen de que había un clima literario en casa, que todo el día Juan, José Agustín y yo hablábamos de libros. A veces José Agustín leía un poema. Pero lo cierto es que cada uno iba por su lado con voluntad de distanciamiento.