Los escritores que nos cuelan lo verosímil como veraz solo lidian con las invectivas de los puristas del gremio. Liu Yongbiao pretendía lo contrario y se ha ganado la cárcel y, muy probablemente, una sentencia capital. El hasta ahora respetado novelista y poeta chino fue detenido la semana pasada por un cuádruple asesinato ocurrido 22 años atrás que se parece mucho a una novela que publicó en el 2010.

«Os he esperado durante todo este tiempo», dijo Liu a los agentes que lo detuvieron el pasado viernes. El arresto ha desenterrado El secreto culpable, una de sus obras más célebres, en cuyo prólogo ya desvelaba que preparaba una novela sobre una escritora que permanecía en libertad a pesar de haber cometido espeluznantes asesinatos. Se llamaría La escritora guapa que mataba y sería adaptada al cine, añadía.

Si la novela reprodujera los hechos habría empezado el 29 de noviembre de 1995 en la ciudad de Huzhou. Dos hombres alojados en un hostal planean robar a algún cliente y reparan en un hombre acaudalado, apellidado Yu y oriundo de Shandong. El plan fracasa, los ladrones son descubiertos y matan a su víctima. Para encubrir su crimen, antes de huir matan a golpes a la pareja de ancianos que regenta el hostal y a su nieto de 13 años.

La policía cuenta con toallas usadas, huellas dactilares y de pisadas, con el retrato robot de los asesinos elaborado tras entrevistar al resto de huéspedes y con la certeza de que son de la vecina provincia de Anhui por su acento. Pero la investigación se arrastra durante años, sin nuevas pistas fiables y abocada al carpetazo. Más de dos décadas después, nuevas pruebas de ADN y el análisis de más de 60.000 huellas dactilares en 15 provincias ha llevado a la policía al domicilio de Liu, de 53 años, y de su presunto cómplice, un hombre de 64 apellidado Wang, según revela el portal Sixthtone.

A Liu no le ha ido mal desde que la estrechez le empujó a la barbarie en aquel hostal. Su fracaso para entrar en la universidad le empujó a su carrera literaria. A los 22 años ya escribía en la revista oficial de la capital provincial y con su primera novela, publicada por la mayor editorial del país, consiguió el aplauso general y varios premios. Una de sus obras históricas fue adaptada para una serie televisiva de 50 capítulos. Liu es miembro de la elitista Asociación de Escritores de China, editor de publicaciones escolares y cuenta con una respetable colección en prosa y en poesía.

La policía reactivó la investigación en junio y, cuando en julio se presentó en casa del escritor para tomarle una muestra de sangre, Liu Yongbiao entendió que el desenlace ya estaba escrito. «Sabía que no me escaparía esta vez», desveló en un vídeo emitido en la rueda de prensa policial. En ese mes de lapso escribió una carta a su esposa, quien desconocía su pasado. En ella dice sentirse aliviado «por el fin del tormento psicológico que había durado demasiado tiempo». Su confesión permitió capturar cinco horas después en Shanghái a su cómplice y viejo amigo.